Atlas del Conurbano bonaerense

Las Achiras

Ayudas que brindan los hogares

El barrio Las Achiras se caracteriza por carecer de organizaciones barriales, organizaciones no gubernamentales y/o de asistencia social. La mayoría de los entrevistados reconocen como único grupo de ayuda el comedor comunitario “La Esperanza” y uno de ellos también menciona a la Iglesia.

El comedor funciona desde el año 2000 y es además biblioteca, centro de recreación y deportes, se dictan clases de alfabetización, ayuda escolar, computación y se dan cursos de diferentes actividades.

El comedor es administrado por una vecina habitante del barrio que lo inició en el patio de su casa y con ollas donadas. En la actualidad recibe ayuda principalmente de alumnos voluntarios de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires que desarrollan distintas tareas, y del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires mediante el suministro de algunos alimentos.

Al momento de buscar ayuda, la familia es el principal recurso con el que cuentan los vecinos del barrio Las Achiras. Padres ayudando a sus hijos, e hijos colaborando con sus padres y hermanos. La asistencia no siempre es monetaria, incluye alimentos, ropa y calzado, que a su vez reparten con amigos o vecinos, si les queda algo que no utilizan.


    

Tabla 4: Hogares según tipo de ayudas brindadas en los últimos 6 meses a personas que no viven en el hogar

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio Las Achiras (La Matanza). Mayo de 2011. Base: 439 casos.

Entre las ayudas que brindan los hogares a personas que no pertenecen al hogar se destacan las colaboraciones en vestimenta y alimentos. El 27,8% de los hogares ha brindado vestimentas y el 25% alimentos. Por encima y cerca del 10% se ubican los porcentajes de hogares que ayudan, respectivamente, entregando o enviando dinero y recibiendo a comer en su casa.

Tabla 5: Hogares según destinatarios de las ayudas brindadas en los últimos 6 meses

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio Las Achiras (La Matanza). Mayo de 2011. Base: 439 casos.

Estas ayudas tienen como destinatarios mayoritariamente a otros familiares, seguidos por los vecinos. Las ayudas se concentran principalmente en el mismo barrio, fortaleciendo las redes de sociabilidad primaria que aseguran las “protecciones cercanas”.

Ayudas que reciben los hogares

Tabla 6: Hogares según procedencia de la ayuda en dinero recibida en los últimos 6 meses

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio Las Achiras (La Matanza). Mayo de 2011. Base: 439 casos.

Por fuera de las políticas sociales del Estado, la ayuda en dinero que reciben los hogares es muy baja. Proviene fundamentalmente de familiares, tanto del barrio como externos a él, y alcanza apenas al 8,5% de los hogares.

Tabla 7: Hogares según procedencia de las ayudas recibidas para conseguir trabajo, alimentos y comida en comedores en los últimos 6 meses

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio Las Achiras (La Matanza). Mayo de 2011. Base: 439 casos.

Tabla 7: Hogares según procedencia de las ayudas recibidas en remedios, vestimenta y/o calzado y en tareas de cuidado en los últimos 6 meses (continuación)

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio Las Achiras (La Matanza). Mayo de 2011. Base: 439 casos.

Los datos de la tabla 7 muestran que las ayudas (de origen estatal y no estatal) que los hogares reciben en alimentos, remedios, vestimentas, tareas de cuidados (de mayores, niños, enfermos, discapacitados) o acceso a trabajo, son todavía más escasas -salvo pocas excepciones- que las recibidas en dinero. Esto se observa cuando atendemos a los muy bajos niveles con que se destacan las pocas ayudas presentes por rubro: los hogares reciben ayuda para conseguir trabajo del Estado en un 4,8%, de familiares que no viven en el hogar y otras personas o instituciones en un 3%; reciben alimentos del Estado en un 26,5% y de otras personas o instituciones en un 3,6%; reciben comida en comedores de ONG o fundaciones en un 2,9%, de otras personas o instituciones y del Estados en un 2%; reciben remedios del Estado en un 21,6% (teniendo en cuenta que la salita es un actor estatal) y de sindicatos u obra sociales en un 2,3%; reciben vestimenta o calzado tanto del Estado, de instituciones sin fines de lucro como de otras personas o instituciones en un 1%; finalmente, los hogares reciben ayuda para tareas de cuidado de familiares que no viven el hogar en un 3,6% y casi no reciben ayuda para esto de las instituciones estatales y no estatales.    

Tabla 8: Hogares con niños y adolescentes de hasta 18 años, según procedencia de la ayuda recibida en vestimenta escolar (guardapolvo, zapatillas, etc.) o útiles escolares en los últimos 12 meses

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio Las Achiras (La Matanza). Mayo de 2011. Base: 317 casos.

Con respecto a las ayudas específicas para niños y adolescentes, se repite una vez más la característica de la escasez de asistencia tanto estatal como no estatal en lo que refiere a vestimenta o útiles escolares.

Cuadro 41: Hogares con niños y adolescentes de hasta 18 años, según percepción de comida en forma gratuita en la escuela en los últimos 6 meses

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio Las Achiras (La Matanza). Mayo de 2011

Aún con expresiones desfavorables en cuanto a la unión de los vecinos, algunos entrevistados reconocen que realizan intercambios con otros o simplemente colaboran con lo que pueden. También es frecuente que reciban comida o ropa del merendero.

Para los hogares con miembros menores de edad, los comedores escolares son la fuente de ayuda de mayor presencia. Aproximadamente, la tercera parte de los hogares con niños y adolescentes manifiesta haber recibido comida en la escuela.
En cuanto a la ayuda entre vecinos, de los relatos de los pioneros del barrio en las entrevistas en profundidad se desprende que hace muchos años existía una gran comunicación y solidaridad entre los vecinos y ahora se perdió. Algunos atribuyen esta pérdida simplemente a que ahora “estamos en otra época”.

Los pobladores originarios se ocupaban de problemas que les eran comunes a todos en el barrio y se reunían para trabajar y resolver dichos problemas. De esta forma pudieron conseguir la provisión de agua y construyeron pasillos de acceso.

La mayoría de los entrevistados del barrio Las Achiras utilizan el mercado central como recurso de supervivencia, como una solución para abastecerse de comida en los diferentes momentos en los que no cuentan con dinero suficiente o se quedan sin nada de dinero. El armado de bolsitas de verduras del mercado central para su venta ambulante también es utilizado como recurso ante la falta de dinero.

Algunos resuelven la situación a través de la venta de comida elaborada por ellos mismos, por ejemplo tortillas, realizando la venta en la Salada, en Bonorino o en el mismo barrio. Otros hacen trabajos manuales como la costura de prendas de vestir o el trabajo con carteras.
También salen a cirujear solos o acompañados por alguno de sus hijos. Algunos de los entrevistados han referido ir a comer a casa de los padres o al comedor del barrio.

Actualmente, algunos vecinos no perciben una unión vecinal, sostienen que no hay comunicación ni interés por ayudarse y creen que esta es la causa por la que el barrio está en mal estado general y no progresa. Sin embargo un grupo de pobladores está esforzándose e intentando formar una junta vecinal con el objetivo de lograr colaboración para los arreglos que requiere el barrio. Una de los principales obstáculos que debe sortear este grupo tiene que ver la dificultad para lograr concurrencia a las reuniones, entre otras razones, porque desconfían de las verdaderas intenciones que tienen los que convocan, creyendo que se persigue un fin político.