Atlas del Conurbano bonaerense

2 de Abril

Características demográficas


La población del barrio 2 de Abril se compone en partes prácticamente iguales de hombres (52%) y mujeres (48%).

Gráfico 1: Población según rangos de edad


Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011. Base 3956 casos.

Con respecto a la composición etárea de la población del barrio se destaca el componente joven. El 42% son niños y adolescentes de hasta 17 años, el 15,8% tiene entre 18 y 24 años y los habitantes de 25 a 49 años representan el 27,2% sobre el total del barrio. Mientras que el 11,6% tiene de 50 a 64 años sólo un 3,2% se encuentra por sobre ese grupo de edad.

Gráfico 2: Población según nacionalidad

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011. Base 3956 casos.

Prácticamente la totalidad de los habitantes del barrio son argentinos (95,5%) presentándose una baja presencia de migrantes. Entre estos últimos se destacan los nacidos en Paraguay con un 2,8%, seguido en proporciones aún menores por los de nacionalidad boliviana (0,9%), uruguaya (0,5%), chilena (0,4%) y ecuatoriana (0,1%).

Situación ambiental, infraestructura y servicios

Cuadro 1: Viviendas según problemas de inundación en el terreno donde está ubicada



Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011

Tabla 1: Viviendas según causas de la inundación del terreno dónde está ubicada


Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011

Cuadro 2: Viviendas según si tienen o han tenido problemas de inundación en su interior
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011
 
Tabla 2: Viviendas que se inundan en su interior según causas de la inundación

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011

El problema de la inundación se manifiesta como uno de los principales en relación a la situación de la vivienda, con casi el 80% de las viviendas que ha sufrido inundación en sus terrenos y con el 65,4% de las viviendas que padecen inundaciones en su interior. Respecto de los motivos de inundación, se observa una distribución similar para los terrenos y las viviendas. En ambos casos el motivo más importante está asociado a las precipitaciones, y afecta al 92,6% de las viviendas cuyos terrenos se inundan, y al 91% de las viviendas que se inundan en su interior. El segundo factor de inundación corresponde al desborde de cursos de agua, con el 76,1% de los terrenos afectados, y con el 73% de las viviendas que se inundan en su interior. En menor medida, por desborde de aguas grises con el 17,7% para el caso de inundación en los terrenos, y el 16,4% para el interior de las viviendas. En cuarto lugar, se ubica la presencia de sudestada como causante de inundación, con el 15,8% de las viviendas que padecen inundación en sus terrenos, y el 13,5% que se inunda en su interior.

Para los vecinos esta situación es muy problemática debió a que el tránsito y la circulación se ven interrumpidos también para los vehículos que prestan servicios, (policía, bomberos, recolectores de basura), así ni aún en una situación de emergencia de salud logran que ingresen los remises o ambulancias. Momentos en los que la falta de calles mejoradas o asfaltadas se hace más evidente.

Cabe señalar que se relevó sólo un testimonio que advierte un cambio significativo con relación a las inundaciones en el barrio y refiere que en la actualidad no ocurren. Este vecino reconoce los trabajos de limpieza que se están realizando en el arroyo con maquinaria y pondera el accionar de la cooperativa “La Fábrica de Avellaneda” que retira la basura y corta el pasto colaborando con la limpieza del lugar. Las tareas con maquinaria a las que hace referencia son las que se desarrollan en el marco del Programa de Mejoramiento Barrial que ya fuera mencionado en este informe.

Sumado a las inundaciones el otro problema que afecta la seguridad y vulnera la salud de las personas que habitan el barrio 2 de Abril, es la contaminación proveniente tanto por el estado de las aguas del arroyo como por el cúmulo de basura en sus costas. Si bien disponen de un servicio de recolección de residuos que ya fuera caracterizado en el punto correspondiente a los servicios y las formas específicas que estos adoptan, también nos hemos referido a los inconvenientes que tienen los vehículos para acceder a las zonas cercanas al arroyo. El comportamiento de algunos vecinos complica aún más la situación ambiental en el lugar.

Uno de los vecinos entrevistadas refiere que no existe un basural instaurado, lo que él denomina un basural de depósito, sin embargo reconoce que los mismos habitantes son los que arrojan la basura y que no hay conciencia del perjuicio que ellos mismos generan al lugar donde viven.

Las viviendas que evacúan los fluidos líquidos de los hogares de manera directa a las aguas del arroyo provocan que las tareas de limpieza que se están realizando, ya sea de forma manual o con maquinaria de dragado, resulten infructuosas y desmoralizantes para los trabajadores a cargo. Los registros de temperaturas altas durante el verano causan además de una aceleración en la descomposición de la basura, fuertes olores que pueden percibirse desde zonas alejadas a la ribera.

Los residuos que arrojan algunos vecinos no se limitan exclusivamente a los domiciliarios o del tipo doméstico, uno de los entrevistados refiere que ha podido observar a persona que dejaban también animales muertos en el lugar. De acuerdo al relato de otra persona, es frecuente el avistamiento de roedores de gran tamaño y considera que la acumulación de basura es una de las razones principales por las que éstos existen. Debido a la preocupación de un grupo de vecinos por los peligros que esta situación implican para la población han realizado charlas de capacitación y concientización en uno de los comedores del lugar, sobre estas uno de los vecinos expresa que a su criterio cuesta mucho que las personas tomen conciencia.

Con relación a la basura es importante señalar que muchos de los pobladores realizan tareas de recupero de metales, plástico, cartones y vidrios.
Por último, cabe mencionar una medida en relación a estos temas que está prevista por las autoridades para procurar solucionar esta problemática. Es la relocalización de la totalidad de las familias que tienen sus viviendas asentadas a orillas del arroyo, proceso que forma parte del PROMEBA y ya comenzó con una primera etapa en la que se trasladó un total de 110 familias que se encontraban en situación de alto riesgo ambiental.

Cuadro 3: Viviendas según procedencia del agua (Múltiple: hasta 2 respuestas)

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011

El agua que consumen los hogares del barrio proviene, para la gran mayoría, de un tanque de reserva público, esta situación se registra para el 96% de las viviendas. Luego, se ubican las viviendas que cuentan con perforación dentro del terreno y extraen agua con una bomba a motor, en esta categoría se ubican 23 viviendas, un poco menos del 3% del parque habitacional. Se registran también 7 viviendas con pozo dentro del terreno, pero sin bomba a motor para extracción, y otras 6 que se reciben agua transportada por camión cisterna (3 casos) y mediante el traslado de baldes (3 casos).

En cuanto a los servicios, de acuerdo al propio relato de los vecinos en las entrevistas en profundidad, el barrio 2 de Abril cuenta con servicio de agua corriente de red, conexión de energía eléctrica por empresa, red domiciliaria de gas natural y servicio de recolección de residuos domiciliarios. Sin embargo, debido a que no todas las viviendas están conectadas a estos servicios, conviven en el lugar domicilios que se proveen de energía eléctrica por sistema de “enganche”, de agua con perforaciones y bombas extractoras y evacúan los fluidos cloacales a pozos ciegos o los vuelcan directamente al curso de agua o pozos en la tierra. Las características de la prestación y los problemas que presenta cada uno serán tratados individualmente.

De acuerdo a lo manifestado por los entrevistados el agua de red proviene de un tanque de reserva público en la mayoría de las viviendas y la distribución, el mantenimiento y el cobro es administrado por una comisión. El arancel que pagan los vecinos por el servicio es de $ 10 y la perforación de donde se obtiene el agua alcanza los 100 m. No se han relevado testimonios que indiquen mayores problemas con el suministro.
(El sistema actualmente está siendo reemplazado por el tendido brindado por el PROMEBA II y regulado por la empresa prestataria. Mientras se efectúa la sustitución de la instalación, los vecinos continúan utilizando el sistema de provisión a través de tanques de reserva de agua de escala barrial.)

La comisión administrativa también realiza periódicamente análisis del agua a fin de detectar la calidad de la misma. De acuerdo al testimonio de un vecino, los resultados son satisfactorios alcanzando el 99,9% de potabilidad y esto se confirma con el relato de otro usuario que refiere que los pobladores no desean que la empresa Agua y Saneamiento Argentino (AySA) ingrese al barrio por temor a que el agua provista tenga sabor a cloro. De todas formas existe un testimonio que indica que esta empresa se negó a prestar servicio en 2 de Abril porque debían realizar una fuerte inversión, para cambiar el tendido de red existente por uno de mayor dimensión, aparentemente necesario para proveer adecuadamente el agua corriente a cada uno de los hogares.

La mayoría de las viviendas del barrio se proveen de energía eléctrica a través de la empresa concesionaria en la zona y los vecinos refieren que abonan el servicio correspondiente ya que cuentan con medidores individuales.

Del análisis de las entrevistas se han podido relevar dos casos en los que se efectúan quejas, uno de ellos se refiere a los inconvenientes que ocasionan quienes se encuentran enganchados de los cables principales, en tanto el otro se refiere a las demoras en la restauración del servicio cuando se producen cortes en el suministro.

Con relación al ingreso de la empresa al barrio para realizar las tareas de mantenimiento o las reparaciones necesarias, una de las personas entrevistadas indica que lo hace pero acompañada por las fuerzas de Gendarmería Nacional.

El barrio dispone de servicio de gas natural, sin embargo son pocos los hogares que se encuentran conectados a la red de gas domiciliaria. La gran mayoría de los hogares se abastece de gas a través del gas envasado en garrafas o tubos.

La red de distribución de gas, se encuentra en funcionamiento desde hace poco tiempo y los vecinos deben afrontar por sus propios medios y a través de un profesional matriculado la conexión correspondiente de cada domicilio a la red principal.

De acuerdo al relato de un vecino, aquellos que aún no disponen del servicio están intentando organizarse para conseguirlo juntando la cantidad de familias que les requiere la empresa prestataria de la zona para justificar el traslado de la maquinaria necesaria para efectuar los trabajos.

El barrio no cuenta con sistema de desagües de red (cloacas), sobre la forma en la que se deshacen de los fluidos líquidos de los hogares, son frecuentes los entrevistados que relatan que poseen “pozos ciegos”, sin embargo, también existen varias referencias que indican vierten los desechos directamente en la ribera o en la tierra.

  

  

Como ya se mencionó en el barrio hay intervención del PROMEBA II, a través del cual se están ejecutando las tareas necesarias para el tendido de la red de desagües cloacales. La conexión domiciliaria a dicha red estará a cargo de cada uno de los vecinos. Los vecinos reconocen la intervención de la municipalidad en la realización de los desagües de red.

En tanto no se concluyan las obras y habiliten el servicio, los vecinos continúan evacuando los fluidos líquidos a los pozos ciegos o a la ribera del arroyo como lo hacen hasta el momento. Un entrevistado manifiesta que se negó a ser censado con motivo de los estudios previos porque teme que comiencen a cobrarle por un servicio que calcula que recibirá recién en 2012.

La recolección de los residuos urbanos se encuentra cubierta por un servicio que pasa a recoger los desperdicios domiciliarios con una frecuencia diaria por la arteria Santa Ana y de tres veces por semana en el resto del barrio. Los vecinos entrevistados en esta zona con calles de barro, refieren que el servicio resulta insuficiente por la cantidad de población que habita el barrio; esto provoca que se acumulen las bolsas y tengan más posibilidades de romperse ensuciando aún más. El problema se agrava debido a que los días de lluvia se acumula barro en las calles interiores, que no están asfaltadas, imposibilitando la circulación de los camiones recolectores a veces hasta por dos semanas, a ello debemos sumar la inaccesibilidad del terreno hacia las zonas costeras.

Como un intento para mejorar o procurar resolver en parte el problema de la acumulación de basura en las calles interiores del barrio, una de las vecinas entrevistadas que presta servicio en una cooperativa dentro del barrio, cuenta que en su grupo -por fuera del módulo asignado-, algunas compañeras de trabajo llevaban hasta la avenida las bolsas de basura acumulada en la calle, luego se comunicaba telefónicamente y solicitaban el envío de un camión para que los recogiera. Estas tareas se veian limitadas por el número de personas que las realizaban y por el riesgo a ser cuestionadas por el coordinador de la cooperativa e incluso sancionadas por no encontrarse en las calles que les habían sido asignadas por módulo de trabajo.

La conectividad del barrio con los centros urbanos y comerciales, que posibilitan la comunicación de los habitantes con el resto de la ciudad, a través del servicio de transporte público de pasajeros, está asegurada porque disponen de diferentes líneas de colectivos en las cercanías, que los trasladan a los distintos puntos pero sólo dos ingresan al interior del barrio.

  

Si bien estas no presentan mayores inconvenientes en el servicio y los vecinos no han formulado quejas, señalan también que debido a que circulan sólo por las calles asfaltadas, los días de lluvia quienes habitan sobre arterias de tierra deben caminar sobre el barro para acceder a la zona de ascenso y descenso de pasajeros.

 

Por último con relación al servicio de telefonía fija, uno de los entrevistados manifestó que no pudo acceder al servicio debido que la empresa prestataria considera a la zona peligrosa por inseguridad. La necesidad de comunicación le impuso tener que acceder al servicio de una empresa de telefonía móvil, que le ofreció un plan denominado “línea hogar”.

Cuadro 4: Hogares según mejoras necesarias en el barrio (Múltiple: hasta tres respuestas)

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011. Base: 897 casos.

Con respecto a las necesidades del barrio, se destaca muy por encima del resto el pedido de arreglo de calles, pasillos y veredas que menciona el 81% de los hogares del barrio. En menor medida, otras cuestiones a mejorar que mayormente mencionan los hogares son: el alumbrado público y la red eléctrica domiciliaria (26%), las instalaciones cloacales y pluviales (23%), la limpieza o entubamiento del arroyo (14,8%), la vigilancia del barrio por parte de la policía (14,3%), el acceso al agua corriente (7%), el problema de inundaciones (6%), el acceso al gas (5,5%) y la recolección de basura y los basurales (5%).

Orígenes y crecimiento del barrio

De acuerdo al relato de los hechos, que efectúan los vecinos que participaron del proceso de toma de tierras y respondieron la entrevista en profundidad, para hablar de los inicios del 2 de abril debemos remontarnos a los primeros años de la década de 1980. Un testimonio indica que en noviembre de 1981, ya había familias asentadas en los terrenos, dentro de una carpa quienes estaban en mejores condiciones, el resto con lonas negras y bolsas plásticas negras, que mantuvieron en algunos casos durante años.
Dentro de una de esas carpas improvisadas se encontraba un grupo de personas que procuraban ayudar y organizar la forma en la que se dividirían los lotes y se marcarían las manzanas. Recordando estos momentos y los meses iniciales de la toma, un vecino relata que al ser visitado por un familiar, éste estaba tan asombrado por las características de los lugares en los que se resguardaban quienes habían realizado la toma, para conservar y defender el terreno obtenido, que comenzó a tomar fotografías.

El predio elegido para asentarse, tenía una superficie aproximada de 9 ha. descampado en donde había un monte eucaliptus. Cada uno debió realizar la limpieza del terreno y retirar los árboles que hubiera, recién en ese momento podían armar las carpas o los precarios refugios.

La toma de los terrenos, gracias a la intervención del grupo de personas mencionado anteriormente, fue un proceso bastante tranquilo y organizado. Una de estas personas se ocupaba de distribuir los lotes que medía contando los pasos y los asignaba a cada familia.

Para la delimitación de las manzanas y las calles tuvieron en cuenta la ubicación de las que ya existían fuera del barrio y procuraron marcar las propias como una prolongación, respetando tanto las dimensiones de las manzanas como el ancho que debían tener las arterias de circulación. Las marcas consistirían en palos clavados al suelo y bolsas plásticas atadas en las puntas.

Consideraban que respetando la traza urbana y el loteo tradicional, evitarían que se constituyera como villa y en el futuro sería más fácil solicitar a las autoridades, no sólo la urbanización del barrio sino también, las escrituras de dominio que les acreditara la titularidad y la propiedad sobre el terreno. También, tuvieron la precaución de dejar una de las manzanas libre para destinarla a un espacio verde que utilizarían todos los pobladores.

Como parte de la organización barrial, se nombró un delegado por manzana, lo que les permitió ir tomando las decisiones con la participación de la mayoría de las familias. Para que se respetaran las condiciones que se habían planteado, todos colaboraban cuidando su lote y los espacios que habían dejado para las calles y para la plaza, controlando que nadie se instalara en ellos. El resultado de haber defendido este espacio público, pueden valorarlo hoy de manera más palpable debido a que en él funciona, entre otras cosas, la escuela del barrio. También rechazaban cualquier intento de “negocio inmobiliario” con los terrenos.

  

Es importante contemplar el contexto histórico en el que se desarrolló la toma en 2 de abril. Un gobierno militar de facto que se caracterizó por la persecución política y el exterminio de militantes, delegados de base, sindicalistas y todo aquel que a su criterio resultara peligroso. En este marco, no sólo debieron defenderse de aquellos que no querían respetar las condiciones que se habían impuesto para estructurar el barrio sino también de la acción de las fuerzas armadas. Primeramente bloquearon la entrada y salida del barrio, pero también ingresaron a intentar desalojarlos y perseguirlos. Algunos por temor se fueron en tanto la mayoría resistió el desalojo con éxito.

En la organización de la toma también participaron representantes de la Iglesia, no sólo ayudaron a la gente sino que también los asesoraron sobre los pasos que deberían seguir para iniciar los reclamos de regularización de tierras y solicitar los servicios que requeriría el barrio. Participaban de las marchas que se hacían a la gobernación de la provincia en la ciudad de La Plata y al juzgado de Lomas de Zamora para peticionar por ejemplo por las escuelas.

  

Una de las primeras tareas conjunta que realizaron fue averiguar a quién pertenecían las tierras y en qué condiciones legales se encontraban, aparentemente eran propiedad de extranjeros y tenían una deuda impositiva de más de 40 años.

La llegada de la democracia, les permitió organizarse fuera del ámbito de la clandestinidad y lograr así tener una representación dentro de un marco jurídico. Organizaban reuniones con amplia participación de los vecinos y de los delegados de manzana y definían los pasos a seguir. Recurrieron al Colegio de Abogados a fin de asesorarse legalmente y comenzaron un periplo para conseguir la expropiación de las tierras por parte del gobierno provincial para que posteriormente les puedan ser vendidas en condiciones razonables a la capacidad de pago que tenían. Para ello también debían concientizar a los pobladores para que aceptaran que ese era el camino correcto a seguir.

  

Como parte de la estructura que se dieron y ya con un marco legal, formaron la primera organización social del barrio la Sociedad de Fomento y Cultura del Barrio 2 de Abril, a través de la cual canalizaron los reclamos para la regularización de dominio de los lotes. Posteriormente, también participaron otras organizaciones que fueron conformándose, el Centro de Discapacitados 2 de Abril y la Comisión de Padres y Amigos de Niños Discapacitados. De forma conjunta firmaban los petitorios que elevarían a las autoridades, también contaron con el apoyo de la escuela y de un comedor comunitario que funcionaba. Esta unidad es la que le permitió cumplir con los objetivos planteados.

Fue un proceso largo que comenzó durante el gobierno radical de Armendáriz, con reiteradas visitas a la gobernación para entregar los petitorios y dar comienzo con los trámites necesarios. La expropiación llega ya con el gobierno peronista de Antonio Cafiero. Posteriormente se realizó un censo de población a fin de determinar no sólo la cantidad de habitantes de 2 de abril sino también quiénes serían los futuros propietarios.

Luego de realizado el censo, se les otorgó la escritura de dominio que les acreditaba la propiedad de los terrenos y se diagramó el plan de financiación para que comenzaran a pagarlos. De acuerdo al testimonio de un vecino el valor de la cuota era aún menor que el de un paquete de cigarrillos. En tanto otro se refiere a “una cuota muy irrisoria” que se podía pagar perfectamente bien.

El relato de uno de los entrevistados que participó de todo el proceso de toma de tierras en 2 de abril, sintetiza de algún modo las vivencias pasadas y el sentimiento de orgullo por los resultados obtenidos. Sin dejar de marcar las diferencias ideológicas que tenían los primeros activistas y las discusiones sobre el modo en que debían hacerse las cosas, rescata que cada una a su manera luchó por el mismo objetivo. Sostiene que estas discrepancias no obstruyeron el camino, por el contrario enriquecieron el proceso y colaboraron en el avance hacia la meta propuesta. Fue fundamental para ello mantener el respeto que se tenían mutuamente. Por último, agrega que para todos los que participaron y aportaron al proceso y por el camino recorrido, hoy las cosas tienen un valor muy especial.

 

 

 

 

 

 

Los vecinos que llegaron al barrio en sus comienzos describen el lugar como despoblado y con pocas viviendas muy precarias, casillas, ranchitos y carpas, sin luz ni agua, tampoco tenían calles. Era un campo arbolado al punto que uno de los vecinos recuerda que salía a cazar pajaritos con su padre.

La mayoría de los testimonios de vecinos entrevistados en profundidad, señalan el notable progreso general que ha tenido el barrio y sus habitantes a lo largo del tiempo. En esta apreciación concuerdan, tanto quienes llegaron siendo adultos como quienes deben recurrir a los recuerdos de la infancia cuando describen el pasado del barrio. Ambos advierten la transformación de las viviendas, de construcciones precarias e inestables a la utilización de materiales más sólidos y resistentes, pasaron de carecer de agua y bombas extractoras, a tener servicio de agua corriente de red. Por último, valoran los beneficios de poseer el servicio de energía eléctrica de red, de forma segura e individual. También describen un fuerte crecimiento, reflejado tanto en el número de viviendas y como en la cantidad de población.

En coincidencia con la descripción mencionada, un entrevistado agrega que se vivieron tiempos de mucha miseria, debían permanecer en los lotes ocupados a fin de cuidarlos para no perderlos y se habían organizado con un delegado por manzana. También refiere que a partir de la llegada de la energía eléctrica la situación comenzó a cambiar.

Con relación a los primeros pobladores los vecinos los recuerdan como solidarios, respetuosos, colaboradores y sobre todo personas trabajadoras. Uno de los entrevistados marca un cambio de actitud con respecto a la solidaridad vecinal y lo atribuye fundamentalmente al sentimiento de propiedad privada de la tierra que se despertó en algunos habitantes a partir de la entrega de las escrituras de dominio.

La solidaridad y el compromiso asumido conjuntamente por un grupo de vecinos, que en los inicios del barrio, se organizaron para la realización de jornadas de trabajos que beneficiarían a toda la comunidad, derivó en el progreso y la consolidación de 2 de Abril. Uno de los vecinos relata el modo en el que se desarrollaban estas jornadas, así recuerda que se realizaba una convocatoria en la que se ponía en conocimiento de las tareas que se iban a concretar, pedían la asistencia voluntaria del mayor número de vecinos posible y se les requería que concurrieron llevando cada uno las herramientas que poseía y consideraban necesarias para ejecutar las obras. La actividad comenzaba temprano en la mañana y finalizaba en horas de la tarde y se dividían las tareas entre mujeres y hombres, ellas se ocupaban de la comida y ellos del trabajo que requería mayor esfuerzo físico. Mediante este sistema de organización pudieron marcar y preparar los espacios que en el futuro ocuparían las calles del barrio, la distribución de lotes y manzanas procuraron realizarla como continuación de la trama urbana lindera a 2 de Abril. También pintaron la escuela y le realizaron las reparaciones que requería. La jornada se desarrollaba en total armonía.

Con relación a la seguridad en los comienzos del barrio las opiniones se encuentran divididas. Algunos de los vecinos recuerdan de aquellos tiempos, los tiros de arma de fuego que podían escucharse por la noche, en tanto otros refieren que el lugar era más tranquilo que ahora y que se podían dejar elementos fuera de la vivienda sin que nadie se los llevara. Uno de los vecinos considera como causa del aumento de los hechos de robo en el barrio, el aumento del consumo de drogas.

Cuadro 5: Hogares según percepción del crecimiento de la cantidad de personas en la cuadra durante los últimos 5 años

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizado en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011

Acerca del incremento demográfico producido al interior del barrio en los últimos 5 años, el 61,1% de los hogares considera que la cantidad de personas que habitan en su cuadra aumentó durante ese período, mientras que el 38,5% menciona que no.

Cuadro 6: Hogares según percepción acerca del modo en que creció la cantidad de personas (Múltiple: hasta tres menciones)

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011. Base: 897 casos.

Con respecto a la identificación de los factores señalados como causas de ese incremento, un 44,5% de los hogares afirma que se debió a que se construyeron nuevas viviendas y un 28,8% afirma que sólo se ampliaron las casas. Por otro lado, se observa que el 53,3% de los hogares mencionan que viven más personas pero no se ampliaron ni construyeron más viviendas.

Con respecto a la composición poblacional del barrio 2 de Abril, los relatos de los entrevistados se dividen entre aquellos que advierten un cambio con la llegada de muchas familias nuevas y los que perciben que siempre se trata de los mismos vecinos, al menos desde que ellos llegaron.

Dentro del grupo que sostiene el cambio poblacional, los entrevistados manifiestan que en la actualidad observan un aumento en el número de habitantes provenientes de otros países, por lo general limítrofes, entre los que se destaca una comunidad boliviana que se asentó en la zona que los vecinos llaman “el fondo”.

 

 

 

 

 

 

Cabe mencionar también que algunos vecinos hacen referencia más que a un cambio poblacional a una movilidad, es decir que advierten tanto ingresos como egresos de familias dentro del barrio. Con relación a los ingresos uno de los entrevistados cuenta que se trata de familias con hijos y si bien no ha manifestado problemas de convivencia, reconoce que los nuevos vecinos no tienen tanta participación como los más antiguos y ya no percibe la unión y solidaridad que existía tiempo atrás. En cuanto a los egresos sólo mencionó que hay personas que se fueron a vivir afuera sin especificar ni precisar a qué lugar.

La ampliación del número de miembros integrantes al interior de las familias es el cambio que perciben con más frecuencia debido a la incorporación de familiares a la convivencia y a la agregación de nuevos hogares compuestos por los hijos al formar sus propias familias y la llegada de los nietos. Asimismo, también señalan que muchas familias han progresado de manera proporcional al esfuerzo realizado por sus miembros.

Los nuevos hogares o miembros construyen dentro del mismo terreno sus propias viviendas o sobre las casas existentes, otros en cambio comparten la casa de sus progenitores. De esta forma también los padres mantienen a sus hijos cerca de ellos. Uno de los vecinos entrevistados reprueba este accionar porque considera que cada una debe buscar su espacio propio.

 

 

  

 

 

Se observa consenso entre los vecinos sobre el incremento demográfico producido al interior del barrio a lo largo del tiempo. Desde la mirada de los entrevistados este crecimiento fue sostenido y paulatino desde su origen, el aumento se registró tanto en cantidad de habitantes como de viviendas y también en el número de hogares que comparten la misma vivienda, sin embargo los vecinos refieren tener una percepción más significativa del aumento a partir del año 1980.

Otra característica advertida por los vecinos con relación a los cambios dentro de los núcleos familiares es la existencia de un número mayor de embarazos a temprana edad, niñas y adolescentes, no observan el mismo fenómeno con relación a la cantidad de madres solteras. De acuerdo al criterio de una vecina estos se debe a que en la actualidad las menores procuran por todos los medios conservar sus bebés y de igual modo salir adelante, también cree que en estos momentos las situaciones de embarazo en menores de edad no se ocultan como se hacía antes.

 

 

Alguno de los entrevistados señala que este crecimiento fue acompañado por una mejora significativa en las casas, en la medida de las posibilidades de cada uno y de las necesidades propias. Reconocen haber observado que dentro de un mismo terreno se construye más de una casa, ya sea en los fondos o ubicándola en un piso superior, para que sean habitadas por los nuevos hogares compuestos por los hijos al formar sus propias familias.

  

Los entrevistados han relatado que algunos vecinos permanecen en el lugar desde los inicios y no advierten que existan familias que abandonaran el barrio. Por el contrario, se han tomado nuevos terrenos y se ocuparon sectores cercanos a la rivera del arroyo, debido a la necesidad de espacio para asentar las viviendas de las nuevas familias que decidieron habitar en 2 de Abril.

 

Esta ocupación tiene varias consecuencias, debido a la contaminación del curso de agua quienes se encuentran asentados en el lugar están en situación de riesgo ambiental y además la densidad de viviendas imposibilita el paso de las máquinas que realizan la limpieza, agravando aún más las condiciones de higiene de la zona. Una vecina cuenta que por este motivo fueron trasladadas varias familias del lugar, a nuevas viviendas localizadas en diferentes zonas y se programó una segunda etapa de entrega, que se concretaría a los pocos días de la fecha en la que se realizó este estudio. Considera que es una buena iniciativa que ayuda a mucha gente.

Los hogares y la relación con el barrio

Los entrevistados del barrio 2 de Abril del Municipio de Almirante Brown son mayoritariamente argentinos nativos, en cuanto al lugar de nacimiento algunos refieren haber nacido en distintas localidades del Gran Buenos Aires, mayoritariamente localizadas en la zona sur y otros en diferentes provincias del interior del país como Córdoba, Misiones, Corrientes y Chaco. También se realizó una entrevista en profundidad a un vecino extranjero originario de la ciudad de Montevideo de la República Oriental del Uruguay. Sólo un vecino vivía al momento del nacimiento con su familia de origen en 2 de Abril y varios declaran haber arribado desde muy pequeños, entre 5 y 8 años, por lo que los datos que brindan pueden ser tomados como provenientes de integrantes originarios del barrio. Abandonaron su lugar de origen en compañía de su familia quienes lo hicieron de pequeños o la que conformaron con su pareja e hijos los más grandes.

La mayoría de los entrevistados por diferentes razones ha tenido varios lugares de residencia y sucesivas mudanzas, una vez llegados a la provincia de Buenos Aires, generalmente a diferentes localidades del GBA y previos a la llegada al barrio.

En algunos casos, han hecho referencia a los motivos de los cambios de residencia entre los que se destacan la formación de una pareja o la separación de los padres, problemas familiares de otra índole como enfermedades y también por razones laborales, ya sea el traslado por necesidades de la empresa o simplemente buscando mejores y más oportunidades de trabajo. En el caso de las parejas jóvenes, por lo general comparten la vivienda durante algún tiempo con otros familiares hasta que logran estabilizarse. Con relación al trabajo han hecho referencia a la falta de empleo en sus lugares de residencia originales y a la facilidad para acceder a uno en la región del Gran Buenos Aires.

  

Cuadro 7: Hogares según lugar de residencia anterior

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011.

Aproximadamente, el 48% de los hogares siempre vivió en el barrio. Entre los hogares que no siempre vivieron allí, se destaca un 27,4% que residía en otro lugar del Gran Buenos Aires y un 13% que proviene de otro lugar del municipio. En menor medida, el 6,5% de los hogares proviene de otro lugar de la Argentina, el 2,5% residía anteriormente en otro país y el 1,8% en la Capital Federal. Se observan apenas 4 casos de hogares que vivían en otro lugar de la Provincia de Buenoas Aires.

Cuadro 8: Hogares que residieron anteriormente en otro lugar según año de llegada

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011.

Hasta 1980, se observa la llegada de apenas el 4% de los hogares que no son originarios del barrio. En la década siguiente (1981-1990), ese porcentaje se incrementa al 56,3% producto de la toma de tierras producida a partir del año 1981. Entre 1991 y 2000, llega el 17,2% y entre 2001 y 2011 llega el 21% de los hogares que antes residían en otro lugar.

Cuadro 9: Hogares que residieron anteriormente en otro lugar según motivos de llegada al barrio (Múltiple: hasta dos menciones)

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011. Base: 897 casos.

Se destaca entre los motivos de llegada al barrio que el 30,5% de los hogares se trasladó allí por problemas económicos, el 20,8% lo hizo porque ya vivían allí familiares y/o amigos, el 15,7% porque el terreno estaba desocupado y el 12,3% porque pudieron conseguir la casa y/o el terreno. En menor proporción, algunas otras razones de los hogares para mudarse al barrio fueron haber sido desalojados de la vivienda anterior (7,4%), situaciones familiares o de salud (6%), que les gustaba el barrio (3,3%) y que no podían pagar el alquiler de su vivienda anterior (2%).

Del análisis del grupo de entrevistas se desprende que los vecinos de 2 de Abril expresaron haber tenido diferentes razones por las que tomaron la decisión de radicarse en el barrio. En los casos de aquellos entrevistados que llegaron al barrio de niños, la iniciativa fue de los padres de los mismos.

Aquellos consultados que arribaron de adultos la causa comúnmente expresada como motivo del cambio de radicación es la formación de su propia familia o el proyecto de formarla al establecerse con una pareja y también respondiendo a la necesidad de una vivienda. Refieren haber tomado conocimiento de la existencia del barrio por parte de algún familiar o alguna persona allegada que ya estaba viviendo en el barrio. Es destacable que en general se trate de hermanos o hermanas, que además son quienes les prestan ayuda y colaboración al momento de la entrada, dándoles albergue.

Tanto los adultos como los que llegaron traídos por sus padres siendo menores de edad coinciden en señalar razones económicas por las que realizaron el traslado al barrio. Se destacan por sobre el resto de las motivaciones expresadas fundamentalmente la posibilidad de encontrar mejores oportunidades laborales, de progreso familiar y condiciones de vida en el país.

El proceso de mudanza en general presenta características de naturalidad y no se desprende de sus relatos que haya resultado problemático, ni haya presentado problemas de desarraigo, tampoco expresaron inconvenientes con la convivencia aquellos que debieron compartir la vivienda, fundamentalmente por las mejoras apreciadas en sus situaciones personales.

Cuadro 10: Hogares según voluntad de irse del barrio

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011.

Aproximadamente, la mitad de los hogares del barrio quisiera irse del barrio y la otra mitad no.

Gráfico 3: Hogares que se quieren ir del barrio según motivaciones

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011. Base: 440 casos.

Entre las razones que dieron los hogares que quisieran irse se destaca, principalmente, los problemas de inundación (30,8%), las aspiraciones de vivir en un lugar que permita mejorar la calidad de vida y progresar (15%) y la falta de seguridad (12,8%). En cuarto, quinto y sexto lugar, los hogares afirman que no les gusta el barrio en general (10%), quieren mejorar su situación de vivienda (7,6%) y no hay buen ambiente entre los vecinos (5,8%). En el amplio y heterogéneo conjunto de razones restantes, las más mencionadas (aunque apenas alcancen entre el 3% y el 2% de los hogares del barrio) son: mal estado general de las calles (3%), cuestiones familiares o de salud (2,5%) y falta de tranquilidad (2,3%).

Gráfico 4: Hogares que no se quieren ir del barrio según motivaciones

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 2 de Abril (A. Brown). Julio de 2011. Base: 450 casos.

Si nos remitimos a quienes no quisieran irse del barrio, las principales razones que los hogares mencionan son: están tranquilos y cómodos (17,3%), les gusta el barrio (16,7%) y están acostumbrados a vivir allí (15,5%). En menor proporción, se destaca, entre otros motivos, que los hogares no quieren irse porque tienen su casa o terreno (8,5%), tienen sus familiares y amigos en el barrio (5,9%), conocen el barrio y estiman a sus vecinos (5, 8%) y creen que el barrio va a mejorar (3,6%). No se registra respuesta sobre las razones para querer irse de un 19,3% de los hogares.

A diferencia de la paridad mostrada entre quienes quieren irse y quienes quieres quedarse en el barrio, los vecinos que respondieron la entrevista en profundidad concuerdan en la apreciación que tienen sobre el barrio, a todos ellos en mayor o menor medida les gusta el barrio. No se han relevado opiniones negativas y dentro de los que manifestaron agrado por el barrio algunos se muestran intransigentes a abandonarlo.

Al momento de definir la permanencia en el mismo, pocos han referido que desearían habitar otro lugar, a uno de ellos le gustaría regresar a su lugar de origen pero si pudiera trasladar todas las comodidades y beneficios que tiene actualmente y pondera la tranquilidad con la que vive, en tanto evalúa la posibilidad de mudarse pero reconoce que no es fácil desde lo económico. Es importante señalar que una vecina consideró la opción de trasladarse a vivir a un lugar más accesible pero en este momento no lo haría.

Un grupo de vecinos refiere que el barrio les agrada y que no está en sus planes mudarse a otro lugar. El tiempo que llevan habitándolo, el progreso que ha tenido producto de las obras realizadas y la tranquilidad que sienten viviendo en él, son algunos de los motivos por los que no lo abandonarían. La cercanía con su familia y amigos también es un aspecto que tienen en cuenta al momento de justificar el gusto por el barrio y su deseo de permanencia.

 

  

Con iguales argumentos sobre el gusto por el barrio, la costumbre y la circunstancia de contar con la familia, una vecina entrevistada que vive dentro del radio de viviendas que van a ser trasladadas, se manifiesta en desacuerdo con el lugar donde se encuentran las nuevas viviendas porque no tendrá la misma comunidad ni facilidad para acceder a los servicios de educación y salud. Refiere además que no tiene voluntad para empezar nuevamente en otro lugar que no conoce.