Cordones
Grosso modo, el primer cordón se consolidó entre las décadas de 1930 y de 1950, siendo el gran receptor de las migraciones internas que propició la política sustitutiva de importaciones, alojando gran parte de la industria que marcó el desarrollo industrial del país (industria metalmecánica, automotriz, y textil) y moldeó la matriz productiva de los partidos de Avellaneda y Lanús en el Sur; La Matanza y San Martín, en el Oeste.
El segundo cordón, se consolidó entre las décadas de 1960 y de 1980, recibiendo población de migraciones internas de otros centros urbanos del país, migraciones de países limítrofes principalmente de Paraguay y Bolivia, y de otros como Perú. Su desarrollo se sustentó primero en la producción de loteos populares y posteriormente bajo tomas y ocupaciones de tierra organizadas, dando lugar a casi un millar de nuevos asentamientos populares. A cincuenta años del inicio de su expansión geográfica-demográfica, su desarrollo material es lento, y la falta de cobertura de redes de agua y cloaca se suma a la precariedad material del hábitat popular, todo ello un contexto de crecimiento poblacional que para el 2010 señaló por primera vez la primacía del segundo cordón por sobre el primero, con implicancias en la densificación de sus tejidos urbanos especialmente de las áreas de urbanización popular.
El Primer Cordón abarca Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, La Matanza (una parte), Morón, Tres de Febrero, San Martín, Vicente López, San Isidro. El Segundo Cordón: Quilmes, Berazategui, Florencio Varela, Esteban Echeverría, Ezeiza, Moreno, Merlo, Malvinas Argentinas, Hurlingham, Ituzaingó, Tigre, San Fernando, José C. Paz, San Miguel, La Matanza (otra parte), Almirante Brown.