Centralidades de la economía popular
Este concepto interseca los estudios sobre la economía popular con los estudios urbanos y tensiona los abordajes que tienden a pensar a las clases populares casi exclusivamente ancladas en territorios relegados. En nuestro caso, el estudio empírico de la economía popular habilitó la construcción de una hipótesis contraintuitiva: pensar a estos territorios como condensadores de funciones o valores de uso elementales para la reproducción de las clases populares que, también, pueden desestabilizar las cartografías ya conocidas y abrir fisuras en la noción misma de centralidad.
La delimitación de la categoría centralidad popular, se sostiene en una doble articulación: entre una perspectiva urbanística y otra territorial, atenta a las relaciones socioespaciales; y entre una escala metropolitana y otra barrial. En la escala barrial estos territorios se configuran a partir de la amalgama de tres valores de uso simple: el acceso a la tierra, la vivienda e ingresos (que incluye trabajo y acceso a las políticas de transferencias monetarias). En diálogo con esta evidencia recuperamos la noción de valor de uso complejo propuesta por Topalov y pensamos a estos territorios barriales como performadores de un cierto valor de uso complejo sui géneris y, a priori, específico de la urbanización popular que puede ser equiparado conceptual pero no empíricamente a los conceptos clásicos de “centralidad urbana”.
La escala metropolitana permite observar las relaciones entre las posiciones de los barrios y la estructura urbana. Para ello delimitamos la categoría: “fuente de aprovisionamiento de la economía popular”, como denominamos a los elementos de la estructura urbana equiparables a otros equipamientos como salud y educación. Estos elementos (redes de infraestructuras de servicios básicos urbanos y de transporte, equipamientos educativos, equipamiento de salud, fuentes de aprovisionamiento), pueden distinguirse entre ellos a partir de considerar si fueron provistos por el Estado, apropiados o fueron instituidos como tales por la lógica popular. Estos últimos son espacios, instituciones, equipamientos, etc., que proveen satisfactores a los hogares. A modo de ejemplo podemos mencionar a la CEAMSE en el partido de San Martín, el Mercado Central en La Matanza, La Salada en Lomas de Zamora. No es posible dar cuenta de las estrategias de reproducción sociales de los hogares que habitan territorios cercanos a estos espacios sin considerar el papel gravitante de ellos como proveedores de bienes de uso, alimentos, ingresos, fuentes laborales, etc.