La opinión generalizada que se desprende del corpus de entrevistas analizado es que los vecinos que habitan los alrededores tienen una opinión desfavorable sobre el barrio. El relato de los entrevistados se unifica a la hora de expresar su pensamiento, la mayoría cree que el barrio tiene “mala fama” y quienes no viven en 2 de Abril ni siquiera se animan a entrar fundamentalmente porque le tienen miedo al barrio, temen ser asaltados. En el mismo sentido algunos vecinos refieren que para muchos el barrio está catalogado como “zona roja” por considerarlo un lugar peligroso. Debido a esto en reiteradas ocasiones han recibido respuestas negativas a solicitudes de entregas de mercaderías a domicilio frente a compras efectuadas. Consideran que esta caracterización es injusta porque en todo caso el barrio es tan inseguro como cualquier otro y que esta conducta es discriminatoria.

Los vecinos sufren, como consecuencia de estas apreciaciones, discriminación también cuando solicitan algunos servicios, uno de ellos cuenta que a pesar de tener línea de teléfono fijo desde hace años y que abona mensualmente las facturas correspondientes a la prestación del servicio, la empresa se niega a brindarle el servicio de conexión a internet. En otros casos ni siquiera han podido ser conectados al servicio de telefonía básico. Por otra parte, los únicos remises que ingresan al barrio son los que están ubicados frente al mismo y lo hacen justamente porque lo conocen.

Algunas empresas no envían la correspondencia de los resúmenes de cuenta o liquidación de gastos, poniendo como excusa que el servicio de mensajería no puede ingresar al barrio. Sin embargo, uno de los testimonios relevados manifiesta que, el cartero pasa asiduamente y que el único inconveniente existente es, en todo caso, que algunas calles no tienen numeración en las viviendas y esto puede provocar una dificultad para encontrar el lugar buscado.

Algunos vecinos también sostienen que han podido advertir en expresiones que escucharon de algunas personas que no viven en el barrio, que éstas encierran un preconcepto ya que para referirse al mismo utilizan la palabra “villa” y creen que, automáticamente asocian esta palabra como calificativo para describir un lugar poco confiable, peligroso y poblado por delincuentes. Por este prejuicio, estas personas temen ingresar al interior del barrio.

Consideran que esta calificación es errónea, sienten que son discriminados por este motivo y les parece una situación cuanto menos injusta porque se trata de un barrio de trabajadores y personas solidarias.
Uno de los vecinos en defensa del barrio expresa que no es una villa ya que la mayoría tiene los títulos que les acreditan la propiedad sobre sus viviendas “todos son dueños de su terreno, de su casa”, en otro caso el argumento defensivo que justifica lo inapropiado del término “villa” para referirse al barrio, es que no existen pasillos al interior del mismo y que por sus calles, incluidas las de tierra, pueden circular camiones y colectivos.

Los entrevistados en el barrio, no manifestaron hechos por los cuales se sintieran discriminados por registrar domicilio en 2 de Abril, por el contrario expresaron que no tuvieron inconvenientes a nivel laboral. Como ejemplo, uno de los vecinos recuerda que cuando ingresó a su actual trabajo, le enviaron una asistente social a verificar sus condiciones de vida y su entorno familiar. Es importante destacar que se trata de un trabajo en relación de dependencia en el cual goza de todos los derechos que como trabajador le corresponden.

Los testimonios relevados en las entrevistas con relación a las expectativas sobre el futuro de sus hijos tienen puntos en común, quieren que sus hijos puedan tener sus propias viviendas, que formen pareja, que puedan tener buenos trabajos y que su progreso en la vida sea superior al que alcanzaron sus padres

Es relevante también señalar la importancia que los padres le otorgan a la educación. Consideran que el estudio es un camino fundamental para incrementar las opciones en el futuro y le otorgan la entidad de brindarles la posibilidad “de ser alguien en la vida”.

La posibilidad de que tengan vivienda propia o de poder legarles la que ellos tienen actualmente es un deseo prioritario para la mayoría de los vecinos entrevistados, desean que sus hijos puedan gozar de todas las comodidades disponibles para tener una buena calidad de vida

Varios de ellos indican que les gustaría que continúen viviendo en 2 de Abril y esto se ve reforzado porque muchos de los hijos les han manifestado que no tienen deseos de abandonar el barrio. Así lo refiere un vecino que declara que su hijo se muda con la familia a la vivienda que le otorgaron fuera del barrio, sólo porque reconoce que es un bien que puede dejarle a su hijo el día de mañana, en tanto que otro hijo tiene programado construir su casa en el mismo terreno que la de sus padres.