San Ignacio - La Morita (Censo 2016)
- Introducción
- Ubicacion del barrio en el Municipio
- MetodologÃa
- El barrio
- Mapa fotográfico
- La Vivienda
- Pobreza, indigencia y hacinamiento
- Trabajo, Ingresos y Planes Sociales
- Redes de ayuda
- Educación y salud
- Como es vivir en el barrio: prejuicios, xenofobia y expectativas
- Que dice la Academia sobre el barrio
El barrio
Características demográficas
De acuerdo a los datos relevados, del total de las 516 personas que habitan en San Ignacio/La Morita, el 50,4% de los habitantes son varones y el 49,6% mujeres.
Gráfico 1: Población total según rangos de edad
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016 Base:516 casos.
El gráfico 1 nos muestra una importante presencia de población joven. El 48,8% de los habitantes del barrio son niños y adolescentes de hasta 17 años, el 17,2% tiene entre 18 y 24 años, y la más alta concentración de población se da en el rango de entre los 25 y 49 años (29,1%). Menos del 5% de los habitantes es mayor de 50 años.
En relación a la edad de los habitantes, según la opinión de los vecinos, predominan los jóvenes, dato que coincide con nuestro informe cuantitativo. Varios testimonios concuerdan en señalar que observan la presencia de mayor cantidad de niños en los últimos tiempos, sostienen que se trata de las mismas familias en las que se produjeron nacimientos, una de las personas entrevistadas advierte que también se registran embarazos a edades más tempranas, agrega que pueden verse niñas de 13 y 14 años con sus hijos en brazos.
Gráfico 2: Población según nacionalidad
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016 Base: 516 casos.
El 91,3% de los habitantes es de nacionalidad argentina. Del 9,7% restante se observa la siguiente distribución: 7,4% proviene de Paraguay, 0,6% de Uruguay, 0,4 de Perú y con 0,2% Brasil y chile respectivamente.
Con relación a la nacionalidad de la población que habita San Ignacio y La Morita, del corpus de entrevistas se desprende que, no hay consenso entre las opiniones de los vecinos. Varios de ellos coinciden en señalar que la mayoría es argentina, en tanto que otros mencionan la presencia de ciudadanos extranjeros. Desde la perspectiva de uno de los entrevistados, el principal motivo que los lleva abandonar su país de origen es que aquí las oportunidades laborales son mejores.
A partir del relato de los entrevistados podemos decir que sus primeras viviendas eran en general, construcciones muy precarias. En su mayoría se trataba de unidades de pequeño tamaño, sin una división de ambientes adecuada que permitiera un uso diferencial de cada módulo.
Algunos entrevistados señalan que tres tenían casas de material, en tanto que uno de ellos indica que uno vivía en un monoblocks de material.
La mayoría de los entrevistados del Barrio San Ignacio son originarios del conurbano bonaerense, dos de Uruguay, y uno de la provincia del Chaco.
En cuanto a la composición del hogar de origen, la mayor parte de los vecinos entrevistados vivía junto a su familia nuclear, padre, madre y hermanos, en algunos de los hogares vivían con abuelos o tíos. Dos entrevistados mencionan haber vivido en familias muy numerosas (entre 13 y 15 miembros), una entrevistada refiere no haberse criado con su familia de origen.
Situación ambiental, infraestructura y servicios
Los barrios populares San Ignacio y La Morita están localizados en El Jagüel, localidad del partido de Esteban Echeverría, en el segundo cordón del conurbano bonaerense cuya la estructura de urbanización se organiza a partir de dos ejes de crecimiento: en sentido Norte – Sur, que tiene como principales vías de acceso y circulación el denominado Camino de Cintura y la Ruta Provincial n.º 4, y en el sentido Este – Oeste, el eje del ferrocarril General Roca y la Ruta Provincial n.º 5, como se puede verificar en la figura abajo:
Figura 1: Cordones y redes de infraestructura de transportes
Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, 2010, INDEC.
Mientras el conurbano bonaerense (24 partidos alrededor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) creció un 14,2%, Esteban Echeverría en el período intercensal 2001 – 2010 presentó una variación de 56.985 habitantes, que resultó en un crecimiento de 23,4% de su población. Ese número es menor a penas que las variaciones de los partidos de Tigre (25%), Ezeiza (37,8%) y La Matanza (41,5%) y es básicamente equivalente a la del partido vecino, Florencio Varela, con 22,1%. Esteban Echeverría tiene una superficie de 120 Km², aproximadamente 0,04% de la provincia de Buenos Aires, y una población de 298.814 habitantes, resultando en una densidad poblacional de 2.490,12 hab/ Km².
Si bien un número considerable de proyectos habitacionales destinados a las clases más altas ha crecido en el partido en los últimos años, en especial en la localidad de Canning, el aumento de los barrios populares también ha avanzado. Según los datos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 (INDEC), Esteban Echeverría posee 91.748 viviendas, 85.952 hogares y al menos 10,8% de los hogares del partido de Esteban Echeverría poseen al menos un indicador de Necesidad Básica Insatisfecha (NBI). Se destacan los hogares que no poseen cobertura de redes servicios de infraestructura y los que se encuentran en situaciones de alto riesgo ambiental, como los caracterizados en este informe, en el territorio alrededor del arroyo Ortega.
Cuadro 1: Hogares sin cobertura de redes públicas de infraestructura y servicios. Esteban Echeverría
Total de hogares: 85.952 |
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Recolección de residuos |
Transporte público |
Pavimento |
Alumbrado público |
Cloaca (Red Pública) |
Agua |
Gas |
6.215 (7,2%) |
6.828 (7,9%) |
20.804 (24,2%) |
5.935 (6,9%) |
69.111 (80,4%) |
42.450 (49,3%) |
36.297 (42,2%) |
Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, 2010, INDEC.
Es territorio de Esteban Echeverría se encuentra, en su totalidad, adentro de la cuenca Matanza Riachuelo (CMR) y por eso es uno de los partidos en que la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) ejerce competencia desde su creación en noviembre de 2006. Hoy día existen alrededor de 20.000 familias que viven en territorios de riesgo ambiental de la cuenca Matanza Riachuelo que son contempladas por una asistencia habitacional por parte de la ACUMAR, a través del Plan de Urbanización de Villas y Asentamientos Precarios en Riesgo Ambiental de la Cuenca Matanza Riachuelo. El plan cuenta con la financiación del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación y es implementado con las jurisdicciones involucradas, a través del Programa Federal de Urbanización de Villas y Asentamiento Precarios.
No distinto de otras áreas metropolitanas, Esteban Echeverría concentra villas y asentamientos precarios en zonas de alto riesgo urbano-ambiental, como es el caso de los barrios populares San Ignacio y La Morita en los márgenes del arroyo Ortega. Allí se han podido observar casillas emplazadas en zonas metros debajo de la cota de inundación de arroyo, otras en proximidad inmediata con torres de alta tensión y al costado de basurales.
Bordes del Arroyo Ortega: barrios San Ignacio y La Morita
En la localidad de El Jagüel, muy cerca del límite con el partido de Ezeiza, autopista Ezeiza – Cañuelas, a poco más 2 Km del Aeropuerto Internacional Ministros Pistarini (Ezeiza) y menos de 2 Km de la estación El Jagüel, del ferrocarril (línea General Roca), el área de intervención se encuentra en ambos márgenes de arroyo Ortega en la sección limitada entre Avenida V. Fair y Avenida Tomás A. Edison.
Figura 4: Ubicación metropolitana de Esteban Echeverría y barrios San Ignacio y La Morita
Fuente: Elaboración propia
La sección entre Avenida V. Fair y Avenida Tomás A. Edison tienen extensión de aproximadamente 900 metros, compuesto por siete calles que permiten acceso perpendicular al borde del arroyo y una única calle (Julio A. Roca) que permite el cruce de un margen al otro a través de un puente peatonal, ubicada entre las vías de acceso principales de acceso a los barrios.
El transporte público en la zona es deficitario e insuficiente. La población cuenta con pocos medios disponibles, entre ellos, la estación del ferrocarril, El Jagüel, del ferrocarril línea General Roca, es la más cercana y se encuentra a casi 2 Km del barrio. El transporte público en ómnibus tampoco atiende a la población que cuenta con pocas líneas, como la 51 y 306.
La línea 51, conecta el aeropuerto internacional de Ezeiza a la estación de Constitución, en Capital Federal, entre sus 9 ramales apenas uno (Constitución por Fair) pasa por la zona, recorriendo Monte Grande, Luis Guillón, Lomas de Zamora, Banfield, Lanús Oeste, la estación de Avellaneda, cruzando puente Pueyrredón y por la autopista 9 de Julio llegando a Constitución.
Con un recorrido más corto, la línea 306, entre Spegazzini y San Justo, posee 4 ramales que pasan a 6 o 7 cuadras del barrio y tienen paradas sobre Av. Antonio Cerbetti (paralela al Av. Tomás A. Edison) y Av. Gral. Juan D. Perón (paralela al arroyo Ortega).
El área de intervención en ambos márgenes del arroyo Ortega deben cumplir las normas del camino de sirga según el Art. N.º 2639 del Código Civil. La dimensión corresponde a una franja no menor a 35 metros medido desde los extremos de cada hombro de los taludes del arroyo, generando una superficie de intervención de aproximadamente 7 hectáreas.
Figura 5: Área de intervención – bordes del arroyo Ortega
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
En esa área están comprendidos los barrios San Ignacio (margen izquierdo) y La Morita (margen derecho). Allí viven 516 habitantes que componen 133 hogares en 130 viviendas, representados en negro en la imagen arriba y distribuidos de la siguiente forma:
Cuadro 2: Distribución de población, viviendas y hogares según barrios (datos relevados)
Barrio
|
Población
|
Viviendas
|
Hogares
|
San Ignacio
|
242
|
65
|
66
|
La Morita
|
274
|
65
|
67
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
La densidad poblacional de los márgenes el arroyo Ortega es media-baja (7.371,42 hab/ Km²) y el nivel de consolidación del territorio urbano es escaso debido a la falta de cobertura de las redes de infraestructura básica. Ninguna calle del barrio es pavimentada (excepto las avenidas V. Fair y Tomás A. Edison), aunque en los últimos años algunas manzanas hayan sido beneficiadas por el Programa Mejoramiento de Barrios (Promeba) y se encuentren con veredas hechas de cemento aptas para la circulación peatonal y acceso vehicular a los terrenos. La falta de pavimentación de las calles del barrio suele ser motivo de quejas constantes como se ha podido averiguar en las entrevistas en profundidad hechas por el equipo en el campo.
Figura 6: Veredas construidas por PROMEBA en San Ignacio
Fuente: Foto tomada en relevamiento. Mayo 2016
Además de las avenidas de acceso (Av. V. Fair y Tomás A. Edison) casi todas las calles permiten la circulación de vehículos, es decir que tienen como 5 metros más lo que vendrían a ser las veredas, excepto los pasillos (Catamarca 812 y Catamarca y Bouchard, por ejemplo) que dan acceso a algunas viviendas o los accesos a las viviendas que se dan por el borde del arroyo, como en el caso de la calle San Luis, del lado de San Ignacio. A pesar de eso, por la ausencia de pavimento, la circulación de vehículos es muy precaria, bien como señalan los entrevistados.
Figura 7: Calles de La Morita al borde del arroyo Ortega
Fuente: Foto tomada en relevamiento. Mayo 2016
Las redes de infraestructura básica no cubren la mayoría del barrio y el acceso a los servicios de gas, agua, energía y telefonía son sumamente precarios y deficitarios, empeorando las condiciones del hábitat.
Figura 8: Tendido de red de provisión de agua informal
Fuente: Foto tomada en relevamiento. Mayo 2016
Cuadro 3: Viviendas según posesión de electricidad
|
Casos
|
Porcentaje
|
Conectado por empresa
|
75
|
57,7
|
Colgado/ enganchado
|
54
|
41,5
|
No tienen electricidad
|
1
|
,8
|
Total
|
130
|
100,0
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
El acceso al servicio de energía de la mayoría de las viviendas se da conectado por empresa (57,7%) y otros 41,5% el tipo de conexión a la red eléctrica se da de forma colgada o enganchada.
Cuadro 4: Viviendas según tipo de instalación eléctrica
|
Casos
|
Porcentaje
|
Por cañería
|
36
|
27,9%
|
Por cableado a la vista
|
93
|
72,1%
|
Total
|
129
|
100
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
El 72% de las viviendas no tienen el cableado de la red eléctrica domiciliaria a la vista con los riesgos para la vida y de incendios que esto implica.
Los testimonios recolectados en las entrevistas en profundidad realizadas en el barrio revelan que, el mismo, cuenta con tendido de luz eléctrica pero, que también es frecuente el sistema de “enganche”. Esta circunstancia sumada al proyecto de relocalización de parte del barrio, ocasiona no pocas dificultades para los vecinos.
Algunos de ellos pagan por el servicio, aunque no siempre lo hagan en tiempo y forma. Otros, declaran que no han recibido las facturas correspondientes al servicio, y que al consultar en la empresa, les indicaron que la causa por la que no se las enviaban era justamente, porque iban a ser relocalizados.
Quienes se proveen por medio del sistema de enganche, viven dos situaciones conflictivas. Por un lado, este método les resuelve el problema del acceso a la electricidad para la vivienda, por otro, también los enfrenta con las dificultades propias de la precariedad de la modalidad, como puede ser, el incendio de cables, los cortes recurrentes y la imposibilidad de realizar reclamos por las deficiencias del servicio. En estos casos, además, son los propios hogares quienes se ocupan de la compra y conexión del cableado. Uno de estos vecinos cuenta que comparte el pago del servicio con la persona que le permitió compartir el suministro.
El 72% de las viviendas no tienen el cableado de la red eléctrica domiciliaria a la vista con los riesgos para la vida y de incendios que esto implica.
Los testimonios recolectados en las entrevistas en profundidad realizadas en el barrio revelan que, el mismo, cuenta con tendido de luz eléctrica pero, que también es frecuente el sistema de “enganche”. Esta circunstancia sumada al proyecto de relocalización de parte del barrio, ocasiona no pocas dificultades para los vecinos.
Algunos de ellos pagan por el servicio, aunque no siempre lo hagan en tiempo y forma. Otros, declaran que no han recibido las facturas correspondientes al servicio, y que al consultar en la empresa, les indicaron que la causa por la que no se las enviaban era justamente, porque iban a ser relocalizados.
Quienes se proveen por medio del sistema de enganche, viven dos situaciones conflictivas. Por un lado, este método les resuelve el problema del acceso a la electricidad para la vivienda, por otro, también los enfrenta con las dificultades propias de la precariedad de la modalidad, como puede ser, el incendio de cables, los cortes recurrentes y la imposibilidad de realizar reclamos por las deficiencias del servicio. En estos casos, además, son los propios hogares quienes se ocupan de la compra y conexión del cableado. Uno de estos vecinos cuenta que comparte el pago del servicio con la persona que le permitió compartir el suministro.
Cuadro 5: Hogares según tipo de posesión de gas
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Casos
|
Porcentaje
|
Conectado a la red de gas/Gas natural
|
10
|
7,5
|
Usa habitualmente garrafa/ tubo
|
112
|
84,2
|
No usa gas
|
11
|
8,3
|
Total
|
133
|
100,0
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
Un 7,5% de los hogares manifiesta estar conectado a la red de gas natural, mientras que un 84% utiliza garrafa y un 8% no utiliza gas.
Cuadro 6: Hogares según cantidad de garrafas consumidas por mes
|
Casos
|
Porcentaje
|
1,0
|
58
|
51,8
|
2,0
|
48
|
42,9
|
3,0
|
4
|
3,6
|
4,0
|
2
|
1,8
|
Total
|
112
|
100,0
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016
De los hogares que usan gas, el 51,8% consume 1 garrafa por mes, mientras que el 42,9% consume 2 garrafas.
Cuadro 7: Hogares según a quién le compran las garrafas
|
Casos
|
Porcentaje
|
A un negocio del barrio
|
91
|
81,3
|
Se la traen a su casa
|
5
|
4,5
|
Sale del barrio para comprarla
|
16
|
14,3
|
Total
|
112
|
100,0
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016
Con respecto a dónde consiguen las garrafas estos hogares, un alto porcentaje (el 81,3%) las compra en un negocio del barrio, el 14,3% las compra fuera del barrio y al 4,5% se las traen a su casa.
En relación al servicio de gas, varios vecinos que respondieron las entrevistas indican que utilizan gas envasado. Se relevaron solo algunos pocos testimonios que refieren encontrarse conectados a la red de gas natural.
Situación de la vivienda y condiciones de infraestructura
Muy cerca de la Laguna Rocha y en los márgenes del arroyo Ortega, San Ignacio y La Morita sufren con crecidas periódicas, una de las manifestaciones importantes en relación a la situación habitacional problemática de los barrios, que se ven afectados por algunas inundaciones.
Cuadro 8: Viviendas según inundación en el terreno
|
Casos
|
Porcentaje
|
Sí
|
77
|
59,2
|
No
|
53
|
40,8
|
Total
|
130
|
100,0
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
Cuadro 9: Viviendas según inundación en el interior de la misma
|
Casos
|
Porcentaje
|
Sí
|
59
|
45,4
|
No
|
71
|
54,6
|
Total
|
130
|
100,0
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
El 59,2% de las viviendas han tenido problemas de inundación en los terrenos donde están ubicadas, mientras el 45,4% de las viviendas se inundan en su interior. Las principales causas indicadas de las inundaciones son:
Cuadro 10: Viviendas según causas de la inundación del terreno dónde está ubicada
|
Casos
|
Porcentaje
|
Cuando llueve
|
76
|
98,7%
|
Cuando se desborda una zanja/ canal/ arroyo/ río
|
56
|
72,7%
|
Cuando se acumulan aguas grises/ negras
|
32
|
41,6%
|
Cuando hay sudestada
|
26
|
33,8%
|
Por otras causas
|
2
|
2,6%
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
Cuadro 11: Viviendas según causas de la inundación en el interior de la vivienda
|
Casos
|
Porcentaje
|
Cuando llueve
|
51
|
86,4%
|
Cuando se desborda una zanja/ canal/ arroyo/ río
|
37
|
62,7%
|
Cuando se acumulan aguas grises/ negras
|
21
|
35,6%
|
Cuando hay sudestada
|
17
|
28,8%
|
Por otras causas
|
3
|
5,1%
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
Si bien hay diferencias en los números absolutos, el orden de los motivos se mantiene en los casos de inundación en el terreno o al interior de la vivienda y el principal motivo son las precipitaciones (98,7% y 86,4%, respectivamente), seguido del desborde de una zanja/ canal/ arroyo/ río y la acumulación de aguas grises/ negras.
Se han detectado 2 casos, cuyos motivos de inundación al interior de la vivienda obedecen, a razones particulares de las mismas y apenas uno cuando sube las napas.
Del corpus de entrevistas se pueden observar coincidencias entre los vecinos sobre las complicaciones que conllevan las inundaciones, por desbordes del arroyo y por las lluvias. Señalan pérdidas materiales y problemas de circulación en las calles y accesos. El predio se convierte en un lugar inaccesible con severas consecuencias para sus ocupantes, el retiro del agua deja un cúmulo de barro que queda asentado en las arterias de acceso por las malas condiciones en las que se encuentran y vuelve el lugar intransitable para peatones y vehículos. En algunos casos producen el aislamiento de pobladores que no pueden entrar y salir a cumplir con sus tareas cotidianas, ocasionando inasistencias a los trabajos y a las escuelas.
La contaminación del arroyo es el mayor problema del barrio por representar altísimos riesgos de enfermedades que los habitantes pueden contraer con el contacto directo con el agua y/ o suelo contaminados. Los componentes encontrados en el arroyo Ortega fueron cromo y nitrato, sustancias que pueden generar problemas en la piel y las mucosas, reducir la capacidad de las células rojas de la sangre de llevar oxígeno, producir el síndrome del bebé azul en los recién nacidos, malformaciones congénitas y tumores, entre otros.
El relato de los vecinos entrevistados ejemplifica en primera persona las consecuencias de la contaminación del agua y del suelo. Varios de ellos coinciden en señalar que este, es uno de los principales problemas del barrio y responsable de las enfermedades de los niños. Agregan que la suciedad, que ocasiona la presencia de roedores, agrava la situación.
Figura 9: Bordes del arroyo Ortega
Fuente: Foto tomada en relevamiento. Mayo 2016.
Las tareas de limpieza de los márgenes del arroyo Ortega a través del Programa Limpieza de Márgenes en Arroyos realizó una limpieza profunda y tienen cierto mantenimiento retirando los residuos que se generan periódicamente. Sin embargo, el mantenimiento más frecuente es realizado por los mismos habitantes que organizados en algunas cooperativas. Este trabajo además de mejorar el escurrimiento del agua, minimiza el impacto de posibles inundaciones.
La situación ambiental ve afectada también por la acumulación de residuos a lo largo del arroyo Ortega, en su mayoría, sobre la ribera del río y puede ser claramente vista en algunos puntos, en especial en el margen derecho (La Morita): sobre la calle 17 de Agosto, en el pasillo a la altura de la calle Catamarca al 812 y sobre la calle Catamarca (y Deán Funes), como indicados en la imagen de arriba. Los mismos vecinos realizan un importante recupero de la basura existente a través de la cooperativa de cartoneros instalada en el barrio.
De los relatos de vecinas que forman parte de la cooperativa de reciclaje/ recuperadores, se obtiene una descripción del origen y de las tareas desarrolladas. Cuentan que, surgió un proyecto desde la municipalidad para juntar a las personas que en ese momento eran carreros y realizar ventas colectivas de lo acopiado. Posteriormente, su incluyó la posibilidad de recibir residuos provenientes de barrios privados de la zona y se formó la cooperativa. Actualmente, reciben residuos de aproximadamente 16 barrios. También cuentan que en un principio eran 9 personas las que participaban, pero quedaron tan sólo 3 o 4, debido a que el único ingreso que tienen es lo obtenido por la venta de los diferentes materiales.
Figura 10: Terreno de la cooperativa
Fuente: Foto tomada en relevamiento. Mayo 2016.
La tarea de quienes participan de la cooperativa se centra, en separar en primer lugar, los materiales reciclables de los que no lo son, estos últimos son desechados en volquetes. Luego se separan por tipo de material, vidrio, cartón, plástico y metales, en este punto, ya están en condiciones para la venta. Se acopia en el fondo del predio donde funciona la cooperativa, a la espera de la llegada de un camión que les compra los materiales y los retiran. Estos camiones pueden pertenecer a la empresa Covelia o a particulares que realizan el trato comercial directamente con los cooperativistas.
Una de las vecinas entrevistadas, refiere que desde el trabajo de los cooperativistas (se trata de Cooperativas Argentina Trabaja), mejoraron las condiciones de limpieza del arroyo. Destaca que como consecuencia de ello, percibe menos olores provenientes de la descomposición de la basura acumulada y menor presencia de roedores.
Figura 11: Bordes del arroyo Ortega: basura acumulada
Fuente: Foto tomada en relevamiento. Mayo 2016
Las líneas de alta tensión generan impactos ambientales también muy significativos en el barrio, en el total son 3 torres de más de 50 m instaladas en al borde del arroyo: 2 del lado del barrio La Morita y una del lado de San Ignacio. Además de producir fragmentación espacial en el territorio, la eliminación de vegetación debajo de las torres causa sequía y son un incremento al riesgo de incendios.
Figura 13: Torres de alta tensión en el borde del arroyo Ortega
Fuente: foto tomada en relevamiento. Mayo 2016.
Existen alrededor de 60 viviendas localizadas en un radio de 50 m de las tres torres. La influencia de las energías de las torres se revela en algunos síntomas descriptos por los habitantes como: malestar, insomnio, cansancio, stress, pierda de memoria, también se manifiesta en la dificultad de asimilación y comportamientos como dislexia o agresividad.
Los testimonios vecinales dan cuenta también de los riesgos y problemas que conlleva convivir con las torres de las líneas de alta tensión. A través de sus relatos se advierten episodios de incendios en viviendas, descargas eléctricas recibidas en días de lluvia al cruzar el puente, y chispazos en las conexiones de los cables a las torres.
Esto les provoca temor por sus vidas y los obliga a modificar sus rutinas diarias. Uno de ellos menciona, que no puede dormir durante las noches, debido al ruido de chispazos que escucha cuando llueve.
Origenes y crecimiento del barrio
Los entrevistados refieren la toma de tierras como un proceso espontaneo, individual y no organizado más allá de la propia familia. Uno de los testimonios indica que ocupa el predio desde hace aproximadamente 9 años.
El acceso al terreno se realizó mediante una toma informada por parientes y/o vecinos y luego de realizar por sus propios medios la limpieza del lugar. Posteriormente instalaban las casillas precarias. Algunos entrevistados refieren, que se agruparon con otros familiares y se asentaron en los terrenos adyacentes. El sistema funciona de boca en boca, un primer ocupante al ver que existen posibilidades de tomar más espacios, informa a otros familiares. También se registró un relato, que menciona haber solicitado un permiso a quienes ya se encontraban instalados en algún espacio del barrio, para realizar la propia ocupación. Se recabó un testimonio que señala que troco el terreno por un ciclomotor, y otros dos casos, que heredaron la propiedad de una abuela.
Del corpus de entrevistas se desprende que, desconocen a quien pertenecen los terrenos ocupados, ninguno de los entrevistados tiene regularizada la tenencia de la propiedad, y ninguno señala haber empezado a realizar trámites para regularizar la situación. Sin embargo coinciden en considerarse propietarios del lugar que habitan. Como particularidad podemos señalar que, una vecina menciona que los terrenos son fiscales y por ese motivo no han realizado ningún pedido de titularidad, en otro caso, ni siquiera se planteó realizar algún trámite en ese sentido y, por último un testimonio que, admite ser propietario “en parte” ya que reconoce no tener una escritura de propiedad que lo certifique como tal.
Solo una entrevistada menciona que luego de la toma del terreno acudió la policía al lugar, con la intención de desalojarla, pero al ver que se trataba de una familia con chicos y que no tenía a dónde ir, les permitieron permanecer en el lugar.
El proceso de crecimiento y las formas propias que este adoptó en el barrio se mencionan en este informe, en los puntos correspondientes a los cambios en la composición poblacional y el interior de las familias.
Con relación al crecimiento del barrio, como particularidad del caso analizado, es importante subrayar que, también de manera espontánea, los entrevistados señalaron que, no ha habido cambios en la infraestructura del barrio que implicaran mejoras en las condiciones de vida y que acompañaran el crecimiento poblacional señalado. La única mención relevante que realizaron, tiene que ver con algunas cuadras asfaltadas en un lado del arroyo. Este cambio es valorado como un progreso importante inclusive, por aquellos vecinos que no fueron beneficiados. Estos últimos, que sufren inundaciones cuando llueve, y refieren además, que en esas condiciones no pueden salir de sus viviendas, por lo que los niños no pueden concurrir a las escuelas ni los adultos a sus trabajos.
Cuadro 12: Viviendas según si agregaron cuartos en los últimos 5 años
|
Casos
|
Porcentaje
|
Sí
|
35
|
26,9
|
No
|
94
|
72,3
|
Ns/ Nc
|
1
|
,8
|
Total
|
130
|
100,0
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
El 26% de las viviendas del barrio se han ampliado en los últimos años, agregando al menos un cuarto. El porcentaje es relativamente bajo dado que los vecinos se enucentran informdos sobre el proceso de relocalización, lo que hace que los arreglos de la viviendas sean una inversión cuyo destino es perderse.
Cuadro 13: Viviendas según si agregaron pisos en los últimos 5 años
|
Casos
|
Porcentaje
|
Sí
|
3
|
2,3
|
No
|
127
|
97,7
|
Total
|
130
|
100,0
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
Menos del 3% ha agregado algún piso, dato que se expica por lo mencionado arreba a cerca del proceso de relocalización.
En cuanto al acceso a las viviendas, en la mayoría de los testimonios se registra que ellos mismos fueron quienes las construyeron de a poco y con ayuda de familiares. Se recabaron pocos testimonios que manifestaron haber contratado mano de obra para la realización de la misma.
De acuerdo a los testimonios, se puede saber que en la mayoría de los casos el progreso de sus viviendas no es lineal, algunos testimonios señalan la inundación que provoca el arroyo como un factor destructivo de las mejoras logradas, otros testimonios señalan que han achicado su casa después de separarse, y algunos otros sostienen haber frenado las obras ante la futura relocalización.
Del relato de varios de los vecinos surge que no han recibido más ayuda que la de la familia para la construcción de la vivienda.
Los hogares y la relación con el barrio
Cuadro 14: Hogares según lugar de residencia anterior
Casos | % | |
Siempre vivió en el barrio
|
76
|
57,1
|
En otro lugar de municipio
|
32
|
24,1
|
En otro lugar del Gran Buenos Aires
|
16
|
12,0
|
En la Capital Federal
|
2
|
1,5
|
En otro lugar de la Provincia de Buenos Aires
|
2
|
1,5
|
En otro lugar de la Argentina
|
1
|
,8
|
En otro país
|
4
|
3,0
|
Total
|
133
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
Se observa que más de la mitad de los hogares del barrio vivió siempre en el barrio, y casi el 25% lo hizo en otros lugares del Municipio (principalmente El Jagüel, Guillón y genéricamente Monte Grande). El 12% vivó en oros municipios del conurbano: en primer lugar Lomas de Zamora, seguido por Lanús, La Matanza y Ezeiza.
Cuadro 15: Hogares que residieron anteriormente en otro lugar según año de llegada
|
Casos
|
Porcentaje
|
Hasta 1980
|
3
|
5,3
|
De 1981 a 1990
|
1
|
1,8
|
De 1991 a 2000
|
9
|
15,8
|
De 2001 a 2005
|
7
|
12,3
|
De 2006 a 2010
|
20
|
35,1
|
De 2011 a 2016
|
17
|
29,8
|
Total
|
57
|
100,0
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
Si se analizan aquellos hogares que no vivieron siempre en el barrio, se observa que antes de la década del 2000 se había instalado casi el 23% de los hogares. El 47,4% de los hogares llegó al barrio en la década de 2000, mientras que casi un 30% lo hizo en el primer lustro de la década da 2010.
Cuadro 16: Hogares que residieron anteriormente en otro lugar según motivos de llegada al barrio (Múltiple: hasta dos menciones)
|
Porcentaje
|
Por problemas económicos
|
32,30%
|
Porque tenía familiares/ amigos en el barrio
|
16,90%
|
Porque lo desalojaron de la vivienda anterior
|
3,10%
|
Porque el terreno estaba desocupado
|
3,10%
|
Trabajaban cerca del barrio
|
1,50%
|
Porque pasan muchos medios de transporte
|
1,50%
|
Otros
|
41,50%
|
Total
|
100,00%
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
Entre los motivos que impulsaron la llegada al barrio, se observa en primer lugar, que el 32,3% de los hogares menciona problemas económicos. En segundo lugar se menciona la presencia de familiares y amigos ya viviendo en el barrios. En tercer y cuarto lugar se menciona la vacancia de tierras o la posibilidad de solucionar la cuestión habitacional ante la pérdida de la vivienda anterior.
Respecto de las razones mencionadas en la categoría “Otros”; se menciona en primer lugar las situaciones familiares (separación, juntarse, fallecimiento de familiares, etc.), y luego con una mención cada uno: inundaciones en dónde vivía anteriormente, la posibilidad de acceder a trabajos en la nueva ubicación y que el barrio es más barato.
La llegada al barrio de los entrevistados se produjo a partir del año 1993, hasta el año 2012. Las decisiones de mudanza se encuentran enmarcadas por cambios en las familias de los entrevistados. ya sea por mujeres que dejaron el hogar conyugal por ser víctimas de violencia de género, por aspiración a la realización de la propia casa, por la necesidad de encontrar un espacio propio al momento de formar pareja y programar el inicio de una nueva familia. Una entrevistada enuncia, que se mudó por haber tenido un problema familiar en su anterior barrio.
Algunos entrevistados han manifestado haber vivido, como una situación problemática, la mudanza a San Ignacio y La Morita, el desconocimiento del lugar y de los vecinos que los rodeaban y las condiciones del mismo en cuanto a la cercanía al arroyo y la contaminación, son las causas que mencionan. Sin embargo, consideran que actualmente se han acostumbrado a la dinámica del barrio.
En varios testimonios se infiere que, la mudanza no aparece como una elección, sino como la única posibilidad que se les presentaba y el barrio, como el único lugar al que podían ir. Incluso contra su voluntad.
La posibilidad de acceder a un terreno a bajo precio o mediante una toma, es uno de los factores claves que aparece en todos los casos a la hora de decidirse por el barrio.
Los entrevistados, no señalan grandes modificaciones en el barrio desde que llegaron. Dos señalan que el barrio continua igual, y mientras un entrevistado señala que antes era más tranquilo, otros dos indican que antes era inseguro. En las entrevistas, tres entrevistados referencian al arroyo y las antenas como factores problemáticos del barrio, ya que desmejora las condiciones de vida. Motivos por los que evaluaron abandonar la idea de instalarse en el barrio, por considerarlo un lugar no apto para que crecieran sus hijos, de acuerdo al testimonio de una vecina. Aunque agrega que después igual se quedaron.
Cuadro 17: Hogares según década en que se mudó a la vivienda
|
Casos
|
Porcentaje
|
Hasta 1970
|
2
|
1,5
|
De 1981 a 1990
|
4
|
3,0
|
De 1991 a 2000
|
16
|
12,0
|
De 2001 a 2010
|
58
|
43,6
|
De 2011 a 2016
|
47
|
35,3
|
Ns/ Nc
|
6
|
4,5
|
Total
|
133
|
100,0
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
Al igual que la llegada al barrio actual la frecuencia de acceso a la vivienda se acentúa en los últimos años. El 43,6% lo hizo durante la década de 2000 y el 35,3 en el primer lustro de la década de 2010.
Cuadro 18: Hogares según voluntad de irse del barrio
|
Casos
|
Porcentaje
|
Sí
|
105
|
78,9
|
No
|
28
|
21,1
|
Total
|
133
|
100,0
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
Casi el 80% de los hogares manifiesta voluntad y deseo de irse del barrio. Este es un porcentaje muy alto, considerando esta respuesta en otros barrios populares que forman parte de las investigaciones del equipo que presenta este informe.
Gráfico 3: Hogares que se quieren ir del barrio según motivaciones (Múltiple)
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016. Base: 105 casos.
La gran mayoría de los hogares que manifestaron deseos de irse dieron razones vinculadas a los problemas ambientales y de salud del barrio. En segundo lugar aparecen las menciones sobre la inseguridad. Luego un 13,35% de las respuestas refieren al deseo de progresar y mejorar las condiciones de vida. Las dos razones siguientes, que explican el deseo de irse, vuelven a referir a las condiciones del barrio: inundación, fealdad, malas condiciones generales.
Gráfico 4: Hogares que no quieren irse del barrio según motivaciones (Múltiple)
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016. Base: 28 casos.
En relación a los que no quieren irse del barrio, las razones más mencionadas son: en primer lugar, por la costumbre, porque siempre vivió en el barrio (25%), seguido por que es el lugar dónde tiene su casa, y por gusto por el barrio (ambas razones con un 17,9% de las respuestas). Luego aparece nuevamente la referencia a la pertenencia tienen familiares, amigos, etc. (14,3%).
Las opiniones de los vecinos en relación al barrio y a la posibilidad de quedarse o irse están distribuidas entre aquellos que valoran el hecho de vivir allí y lo seguirían eligiendo como lugar de residencia. y aquellos que si tuvieran la posibilidad se irían a un “lugar mejor”.
Dentro del primer grupo; las principales razones expuestas son: la costumbre al barrio, la tranquilidad con la que viven en él y la cercanía de familiares y amigos próximos.
Uno de los testimonios destaca que el barrio es un lugar cómodo por la cercanía a los medios de transporte que le permiten acceder a la estación de ferrocarril y a la zona comercial de Monte Grande.
En el segundo grupo, la opinión desfavorable sobre el barrio y su deseo de abandonarlo, se basan especialmente en la inseguridad y a la oportunidad de mejorar sus condiciones de vida si les entregan las nuevas viviendas. De acuerdo a una vecina, aun sin conocer el barrio donde están y sabiendo que las casas previstas para su traslado son pequeñas.
Asimismo, se desprende de los relatos de algunos vecinos entrevistados que en caso de tener que irse, elegirían un lugar cercano, mencionan en reiteradas oportunidades a la localidad de Monte Grande como una alternativa de su agrado.
Tabla 1: Hogares según mejoras necesarias en el barrio (Múltiple: hasta tres respuestas)
|
Porcentaje
|
Seguridad/ Vigilancia/ Más policías/ Comisaría
|
19,7%
|
Contaminación
|
11,6%
|
Agua potable/ agua corriente/ Falta de presión
|
11,3%
|
Entubamiento del arroyo/ limpieza del arroyo/ laguna
|
10,3%
|
Arreglo de calles/ pasillos/ Veredas/ Asfalto/ sacar pasillos
|
8,7%
|
Evitar inundaciones
|
8,7%
|
Antena de alta tensión
|
6,8%
|
Recolección de basura/ basurales/ cestos de basura
|
3,5%
|
Electricidad/ Luz/ Alumbrado/ Medidores
|
3,2%
|
Control de drogas/ de alcohol/drogas
|
2,9%
|
Control de plagas/ Fumigación
|
2,6%
|
Mejorar el barrio en general/ Mejorar servicios en general/ Obras
|
2,6%
|
Mejorar salitas/ médicos/ insumos/ que entren ambulancias/ Salud/ que la sala esté más cerca del barrio
|
2,6%
|
Ninguna mejora/ Nada
|
1,3%
|
Gas
|
,6%
|
Cloacas/ Desagües/ cañerías/ bocas de tormenta/ zanjas/pozos ciegos
|
,6%
|
Más trabajo
|
,6%
|
Limpieza/ higiene
|
,3%
|
Control de animales/ Castración
|
,3%
|
Violencia
|
,3%
|
Otros
|
1,0%
|
Ns/ Nc
|
,3%
|
Total
|
100,0%
|
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio San Ignacio/La Morita (E. Echeverría). Mayo 2016.
En relación a las mejoras que los entrevistados consideran necesarias para el barrio hay tres que se manifiestan como centrales: seguridad, el problema de la contaminación y el del agua para consumo humano. En cuarto lugar aparecen los problemas vinculados al arroyo: limpieza, entubamiento. El arreglo de calles aparece en quinto lugar, reclamo que habitualmente ocupa el primer lugar en otros barrios populares relevados.
En el relato espontáneo de quienes respondieron las entrevistas en profundidad, hay coincidencia en señalar, que la seguridad del barrio es el cambio más significativo que perciben. Ellos indican que en la actualidad se registran más hechos de violencia, disturbios y peleas.
Varios de los vecinos que advierten un aumento de los episodios de inseguridad, relatan hechos de robos de pertenencias a diferentes horas del día, provocados tanto por, personas externas al barrio, como por algunos de sus habitantes. Así lo describe una de las vecinas cuando detalla, que en ocasiones se trata de los mismos chicos que ella vio crecer. De otros testimonios es posible observar, que algunos de los hechos, narrados por los entrevistados, incluyen enfrentamientos con armas de fuego, que ponen en peligro además, la vida de las personas.
Uno de los vecinos señala las dificultades que, a su criterio, esto conlleva. Relaciona de forma directa el aumento del consumo de drogas y el aumento de la inseguridad en el barrio y lo compara con una experiencia anterior. Considera que la necesidad de conseguir dinero para comprar las drogas los predispone a cometer delitos.
En lo referido al uso y/o venta de drogas en el barrio, la mayoría de los vecinos coincide en señalar que, perciben un aumento en el consumo de drogas entre los pobladores del lugar y también la participación de chicos más jóvenes. Asimismo, describen que en la actualidad puede verse en la calle a quienes consumen.