Atlas del Conurbano bonaerense

22 de Enero

Ayudas que brindan los hogares

Tabla 4: Hogares según tipo de ayudas brindadas en los últimos 6 meses a personas que no viven en el hogar

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 22 de Enero (La Matanza). Mayo de 2011. Base: 1360 casos.

Entre las ayudas que brindan los hogares a personas que no pertenecen al hogar se destacan en primer lugar, las colaboraciones en vestimenta (29,2%), en segundo lugar, la ayuda en alimentos (28%), en tercero, la entrega o envío de dinero (20,5%), y en cuarto, recibiendo a comer en su casa (16,9%).

Tabla 5: Hogares según destinatarios de las ayudas brindadas en los últimos 6 meses

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 22 de Enero (La Matanza). Mayo de 2011. Base: 1360 casos.

Estas ayudas tienen como destinatarios mayoritariamente a otros familiares, seguidos por los vecinos y amigos. Las ayudas se concentran principalmente en el mismo barrio, fortaleciendo las redes de sociabilidad primaria que aseguran las “protecciones cercanas”.

Ayudas que reciben los hogares

Tabla 6: Hogares según procedencia de la ayuda en dinero recibida en los últimos 6 meses

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 22 de Enero (La Matanza). Mayo de 2011. Base: 1360 casos.

Por fuera de las políticas sociales del Estado, la ayuda en dinero que reciben los hogares es muy baja. Proviene fundamentalmente de familiares, tanto del barrio como externos a él, y alcanza apenas al 8,6% de los hogares.

Tabla 7: Hogares según procedencia de las ayudas recibidas para conseguir trabajo, alimentos y comida en comedores en los últimos 6 meses

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 22 de Enero (La Matanza). Mayo de 2011. Base: 1360 casos.

Tabla 7 (continuación): Hogares según procedencia de las ayudas recibidas en remedios, vestimenta y/o calzado y en tareas de cuidado en los últimos 6 meses

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 22 de Enero (La Matanza). Mayo de 2011. Base: 1360 casos.

Los datos de la tabla 7 muestran que las ayudas (de origen estatal y no estatal) que los hogares reciben en alimentos, remedios, vestimentas, tareas de cuidados (de mayores, niños, enfermos, discapacitados) o acceso a trabajo, son escasas aunque se destaca la ayuda recibida por programas oficiales y de los familiares que no viven en el hogar. Para conseguir trabajo, el 4,8% recibe ayuda de otros familiares, el 3,3% de otras personas o instituciones (amigos o conocidos), y el 2,5% del gobierno municipal, provincial o nacional. Respecto a la ayuda recibida en alimentos, el 27,9% de los hogares recibe ayuda del gobierno en alguno de sus tres niveles, y un 1,2% de otros familiares que no viven en el hogar. En relación a la ayuda recibida en comedores, en general son muy pocos las que la reciben, un 1,6% la recibe de programa gubernamentales. En cuanto a remedios, la ayuda la reciben principalmente del gobierno en un 6,9% de los hogares (porcentaje que sube al 16,9% si sumamos la salita). Respecto a la ayuda en vestimenta y/o calzado también se observa que en general es muy baja la proporción de los hogares que la perciben, un 1,2% recibe ayuda de una iglesia o grupo religioso, y otro 1,2% de familiares que no viven en el hogar. Por último, en relación a las tareas de cuidado de personas, el 3,3% de los hogares del barrio 22 de Enero, recibe ayuda de otros familiares.

Tabla 8: Hogares con niños y adolescentes de hasta 18 años, según procedencia de la ayuda recibida en vestimenta escolar (guardapolvo, zapatillas, etc.) o útiles escolares en los últimos 12 meses

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 22 de Enero (La Matanza). Mayo de 2011. Base: 1104 casos.

En lo que refiere a ayudas específicas para niños y adolecentes (se consideran sólo hogares con presencia de menores de 19 años), se repite una vez más la característica de la escasez de asistencia tanto estatal como no estatal en lo que refiere a vestimenta o útiles escolares. Solo un 7,4% recibe ayuda del gobierno, municipal, provincial o nacional, el 3,3% de una obra social o sindicato, y un 1,1% de otras personas o instituciones.

Cuadro 39: Hogares con niños y adolescentes de hasta 18 años, según percepción de comida en forma gratuita en la escuela en los últimos 6 meses

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la encuesta realizada en barrio 22 de Enero (La Matanza). Mayo de 2011

Para los hogares con miembros menores de edad, los comedores escolares son la fuente de ayuda de mayor presencia. El 37,8% de los hogares con niños y adolescentes manifiesta haber recibido comida en la escuela.

Según surge de las entrevistas, las redes de ayuda familiar cuando son reconocidas funcionan bidireccionalmente entre padres e hijos, no se desprende del relato de los entrevistados que reciban ayuda de otros familiares no directos. La asistencia generalmente se manifiesta en forma de colaboración con la economía del hogar y en ocasiones ayuda con la alimentación.

Al momento de hablar sobre las ayudas estatales con frecuencia los entrevistados, se expresan sobre ellas sin distinguir si la asistencia proviene del Estado Nacional, Provincial o Municipal, ni reconozcan con certeza el nombre del plan o del beneficio que perciben, llegando incluso en algunos casos a confundir unos con otros.

En este marco, de las entrevistas realizadas en el barrio 22 de enero se desprende que la Asignación Universal por Hijo; Programa Jefes de Hogar; Plan Mas Vida son las ayudas estatales que más reconocen.

Es en general utilizado para la compra de alimentos el beneficio obtenido a través de la AUH y es valorado de manera positiva casi por la totalidad de quienes lo perciben. Sin embargo uno de los vecinos entrevistados manifiesta que el dinero no le alcanza y no lo reconoce como ayuda gubernamental. Algunos refieren no estar cobrándolo por todos sus hijos menores por tener dificultades con la documentación propia o la de sus hijos.

 

Entre aquellos posibles beneficiarios de la AUH, uno de los testimonios que pudo colectarse mediante las entrevistas relata un ida y vuelta en el cobro de la AUH, debido también a que por momentos cobra salario familiar y en ocasiones no. Mientras que a otro le fue suspendido el pago debido a que le otorgaron una pensión no contributiva y debe realizar los trámites correspondientes a la inclusión de sus hijos en el nuevo beneficio.

 

 

 

 

 

En otro de los relatos también puede observarse que a pesar de recibir algunos alimentos sin detallar de dónde provienen éstos resultan insuficientes, y vuelve a presentarse el caso de aquellos que al formularles directamente la pregunta sobre si reciben algún tipo de ayuda estatal contestan rotundamente “no, ninguna”.

En general sobre los planes algunas personas se quejan manifestando que han sido dadas de baja sin explicación o que han hecho innumerables trámites para registrarse como beneficiarios sin ningún resultado positivo.

 

 

Del corpus de entrevistas analizadas podemos apreciar que los vecinos de 22 de enero han podido conseguir mediante la comunicación y el trabajo conjunto varios beneficios para el barrio, entre otras cosas, el asfalto, la iluminación, el mejoramiento de algunas arterias y el servicio de recolección de residuos. Así los entrevistados refieren que es constante la preocupación por continuar obteniendo ayuda de las autoridades que permitan seguir progresando.

Uno de los vecinos también recuerda la colaboración y asistencia que le prestaron los vecinos cuando instaló el taller mecánico, tanto en herramientas como con dinero, fue crucial para el inicio del emprendimiento.

Otra muestra de solidaridad vecinal es relatada por uno de los pobladores quien refiere que en ocasión de la muerte de un vecino de manera violenta, todos participaron en una marcha de reclamo a la policía.


 

 

 

La unión que les permitió en un momento realizar importantes modificaciones como las mencionadas, según uno de los vecinos, es inexistente en la actualidad y lo atribuye a que ahora cada uno se ocupa de terminar o arreglar su propia casa y ya no colabora tanto con el barrio.

 

 

 

Los entrevistados refieren que realizan cualquier tipo de tarea que les permita conseguir dinero como mecanismo de defensa y estrategia de supervivencia frente a la falta de dinero. Las opciones van desde las típicas “changas”, juntar materiales para reciclado o simplemente “caminando para conseguirlo”.

 

 

 

 

En algunos casos los entrevistados reconocen haber recibido ayuda por parte de familiares en algunos casos con dinero, en otros con colaboración en tareas desarrolladas dentro del emprendimiento comercial.

La solicitud de dinero a familiares a modo de préstamo se convierte en una rueda difícil de detener ya que relata uno de los vecinos que al momento de cobrar debe devolver el dinero que pidió, y por lo tanto el remanente que le queda le resulta nuevamente insuficiente por lo que debe recurrir a un nuevo préstamo.

 

 

Aquellos que se encuentran en una situación de mayor pobreza, frente a la falta de dinero, salen a “cirujear” con sus carros, solos o acompañados de uno o varios hijos y piden los comercios de algún barrio alimentos para ellos y para los animales que utilizan como lo relata uno de los vecinos, quien también cuenta que en ocasiones también ha recurrido a la venta ambulante por timbreo en las casas, de alguna mercadería que pudiera adquirir ya que en caso de no realizarse la venta generalmente recibe de todas formas ayuda que puede ser dinero, alimentos o ropa. Es destacable también en relación a esto último el mismo vecino refiere que de no serle útil a él o a sus hijos la ropa que le regalan sí puede servirle a otros chicos.

El mismo vecino cuenta que no permite que ningún miembro de su familia utilice la leche en polvo destinada a su hija menor, sin embargo relata que en situaciones extremas, donde sólo tiene pan duro y mate cocido para alimentarlos, le “robo a la nena leche en polvo para hacerle a los otros un poquito más de alimento”.