Atlas del Conurbano bonaerense

Independencia

Para el acceso a las viviendas, la construcción o la refacción de las mismas, algunos de los entrevistados manifiestan haber recibido ayuda de familiares, principalmente padres o hermanos. Entre las ayudas familiares se destaca el testimonio de una vecina que da cuenta de la facilidad que le diera su hermana para abonar en cuotas la precaria casilla de madera que le compró. Continúa su relato contando el esfuerzo que le demandó cumplir con los pagos, a pesar de las facilidades. Así detalla que, para el pago inicial recibió un préstamo de dinero de su madre, luego cuenta que juntó el resto del dinero vendiendo en una feria, elementos obtenidos a través del recupero de desechos y con parte del salario de su esposo, producto de su trabajo en una planta recicladora. Con agrado confirma que saldo todas sus deudas.

Asimismo el objetivo de lograr que sus viviendas progresen no les resultó un camino fácil, varios de los entrevistados en profundidad son coincidentes en señalar que las obras de mejoramiento realizadas en sus casas, se realizan a un ritmo lento con compras parciales de materiales o con materiales conseguidos de desechos y que aún no están concluidas. Entre ellos resalta el relato de uno de ellos que refiere que destinaba casi el 50% de lo que podía obtener como ingreso a la compra de materiales y que el esfuerzo realizado incluía alimentarse con lo que podían con el dinero restante.

Se ha podido relevar también testimonios que dan cuenta de la importancia otorgada a algo que consideran fundamental, la presencia del baño en la vivienda.

En tanto de otro relato se puede apreciar las dificultades y problemas que debieron enfrentar en los comienzos al tener que compartir espacios reducidos, así lo explica un vecino entrevistado que recuerda la falta de un espacio apropiado para la convivencia familiar y destaca el esfuerzo realizado por su padrastro para mejorar la vivienda al punto que en la actualidad la describe como “un palacio”. También detalla el proceso de cambio continuo pero lento con el que se fue construyendo la casa hasta ahora.

Al momento de ser entrevistado, el mismo vecino, relata que vive con su propia familia en la casa que comparte con su familia de origen, disponiendo de espacios de uso propios, como los cuartos de dormir y la cocina y espacios de uso compartidos destacándose entre ellos como dato principal, el baño. También da cuenta de la calidad de los materiales de terminación que posee la vivienda.

Por último, en cuanto a ayudas recibidas para la vivienda, se relevaron dos testimonios que señalan la intervención de la organización latinoamericana “Un techo para mi país” en la construcción de las casas que habitan. En cuanto a la modalidad de asignación los vecinos indican que debían anotarse en un listado y luego la organización realizaba una selección de las familias que consideraban más necesitadas.

De los relatos también se desprende que debieron abonar entre $ 400 y $ 800 por las casas, en dos pagos iguales. Una de las entrevistadas declara que el pago que debieron hacer es aceptable y acorde con lo que les brindaron a cambio, ya que sostiene que “te daban todo”.

Las viviendas eran construidas en muy poco tiempo, de uno a tres días aproximadamente,  y los beneficiados debían colaborar con los voluntarios de ambos sexos que trabajaban en las obras, asistiéndolos. Las casas eran de madera con techos de chapa, tenían dormitorios y cocina, sin embargo, como particularidad puede señalarse en cuanto a las falencias, lo expresado por una de las vecinas que refiere que debió hacerse cargo de la construcción del baño.

 

 

Cuadro 15: Viviendas según presencia de canilla con agua


Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martin). Diciembre 2012 a marzo 2013

Casi 8 de cada diez viviendas presenta canilla con agua en su interior, mientras que 2 de cada diez presenta canilla dentro del terreno pero fuera de la vivienda. Sólo 25 viviendas no poseen canilla ni dentro ni fuera de la vivienda.

Cuadro 16: Viviendas según uso del baño


Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martin). Diciembre 2012 a marzo 2013

Cuadro 17: Viviendas con baño según ubicación


Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martin). Diciembre 2012 a marzo 2013

Cuadro 18: Viviendas con baño según posesión de inodoro o retrete con botón, cadena, mochila para limpieza


Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martin). Diciembre 2012 a marzo 2013

En porcentajes iguales respecto de la posesión de canilla, se observa que 8 de cada diez viviendas tienen baño dentro de la vivienda y 2 de cada diez tienen baño fuera de la misma. Respecto del uso del baño surge que para el 90% de las viviendas es de uso exclusivo, mientras que casi el 10% lo comparte con otra vivienda.

Casi el 76% posee inodoro o retrete con descarga, o mochila, mientras que el 24% restante no.

Cuadro 19: Viviendas según antigüedad


Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martin). Diciembre 2012 a marzo 2013

Respecto de la antigüedad el grueso de las viviendas, más del 50%, tiene una antigüedad superior a los 11 años e inferior a los 30 años. El resto se distribuye entre: las viviendas más nuevas que representan 7,5% y que tienen hasta 5 años de antigüedad, las que tienen entre 6 y 10 años que alcanzan al 12% del total y las que tienen entre 31 y 49 años que alcanzan al 19,2%.

Cuadro 20: Viviendas según tipo de usos


Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martin). Diciembre 2012 a marzo 2013

La presencia de otros usos al interior de la vivienda es escasa, sólo un poco más del 13% presenta una actividad diferente a la residencial, y de ese universo un poco más del 10% presentan uso comercial, el 1,5% realiza actividades productivas e institucionales y un 1,4% otras actividades no especificadas.

Cuadro 21: Viviendas según tipo


Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martin). Diciembre 2012 a marzo 2013

El barrio tiene 2.373 unidades que han sido contabilizadas como viviendas. Su distribución según los tipos definidos señala la presencia de casas para casi el 98% del universo considerado. Se ha contabilizado además un 1,4% que corresponde al tipo “casillas” y un 0,5% al tipo “departamentos” y un 0,2% al tipo “pieza de inquilinato”.

Cuadro 22: Viviendas de tipo casas según cantidad de pisos


Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martin). Diciembre 2012 a marzo 2013

De las 2.324 casas identificadas la distribución según cantidad de pisos contabilizados muestra que el 21,2% tiene planta baja y un piso, el 0,7% tiene Planta Baja y 2 pisos, y el porcentaje restante solo presenta planta baja (77,6%).

Cuadro 23: Vivienda según cantidad de cuartos


Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martin). Diciembre 2012 a marzo 2013

Casi el 97% de las viviendas se distribuye entre el CALMAT II Y el III; con casi el 40% en CALMAT II, es decir que tienen en todos sus componentes materiales resistentes y sólo presenta carencias respecto del nivel de terminación o aislación en alguno de sus componentes pero no en todos, mientras que un 57,2% se ubica en CALMAT III, es decir que un poco más de la mitad del parque habitacional construido, si bien presenta materiales resistentes en todos sus componentes, tiene todos sus componentes sin terminación o aislación. Casi el 3% de las viviendas presenta algún material no resistente al menos en alguno de sus componentes (CALMAT IV), y sólo el 0,2% presentan las características del CALMAT I.

CALMAT I: La vivienda presenta materiales resistentes en todos los componentes e incorpora todos los elementos de aislación y terminación.
CALMAT II: La vivienda presenta materiales resistentes en todos los componentes pero le faltan elementos de aislación o terminación al menos en uno de sus componentes pero no en todos.
CALMAT III: La vivienda presenta materiales resistentes en todos los componentes pero le faltan elementos de aislación o terminación en todos sus
componentes, o bien presenta techos de chapa de metal o fibrocemento u otros sin cielorraso; o paredes de chapa de metal o fibrocemento.
CALMAT IV: La vivienda presenta materiales no resistentes al menos en uno de los componentes pero no en todos.
CALMAT V: La vivienda presenta materiales no resistentes en todos los componentes.

Cuadro 24: Viviendas según Calidad de Materiales


Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martin). Diciembre 2012 a marzo 2013

Casi el 97% de las viviendas se distribuye entre el CALMAT II Y el III; con casi el 40% en CALMAT II, es decir que tienen en todos sus componentes materiales resistentes y sólo presenta carencias respecto del nivel de terminación o aislación en alguno de sus componentes pero no en todos, mientras que un 57,2% se ubica en CALMAT III, es decir que un poco más de la mitad del parque habitacional construido, si bien presenta materiales resistentes en todos sus componentes, tiene todos sus componentes sin terminación o aislación. Casi el 3% de las viviendas presenta algún material no resistente al menos en alguno de sus componentes (CALMAT IV), y sólo el 0,2% presentan las características del CALMAT I.

Cuadro 25: Viviendas según tipología


Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martin). Diciembre 2012 a marzo 2013

Siguiendo la clasificación del INDEC, más de la mitad del parque habitacional construido se ubican en la categoría “tipo A” es decir que de las 2.373 viviendas contabilizadas, 1.502 presentan condiciones adecuadas de habitabilidad conforme esta categorización. El 34,6% se ubica en la categoría “tipo B” y forman parte del stock de vivienda recuperable mediando mejoras: i) incorporación de agua por red, ii) de retrete con descarga y iii) piso con material resistente. Se contabilizaron también un 0,5% de departamentos, un 0,2 de piezas de inquilinato y un 1,4% de casillas, que para la clasificación seguida integran el stock de viviendas no recuperables.

Casa “tipo B”, cumple por lo menos una de las siguientes condiciones: no tiene provisión de agua por cañería dentro de la vivienda, no dispone de retrete con descarga de agua, tiene piso de tierra u otro material precario. El resto de las casas es considerado “tipo A”. Son consideradas viviendas deficitarias las casas “tipo B”, y las viviendas precarias. Se comprende como vivienda precaria a: ranchos o casillas, hogares en casa de inquilinato, locales no construidos para habitación y viviendas móviles.

Situación de tenencia

Cuadro 27: Hogares según situación de tenencia


Fuente: Elaboración propia en base a la encuesta realizada en el barrio Independencia (San Martin). Diciembre 2012 a marzo 2013

Casi el 59% de los hogares manifiesta ser dueño de su vivienda y terreno, mientras que el 32,7% es dueño solamente de su vivienda. El porcentaje de los no propietarios se distribuye entre el 3,4% de hogares que son inquilinos o subinquilinos, el 2,4% de los hogares a quienes les prestaron la casa, y otros 1,3% viven con un familiar, se advierte también menos de un 1% de hogares que habitan en viviendas que estaban desocupadas o que se las otorgaron por sus trabajos. Se destaca en este caso que según fuente municipal, en el año 1997 se ha iniciado un proceso de regularización dominial que ya ha logrado la escrituración de más de 400 viviendas, de un total de 800 boletos compra- venta que fueron firmados como parte de este proceso.

Del corpus de entrevistas se desprende que el acceso a la vivienda que habitan está repartido entre quienes reconocen haber realizado una ocupación directa y aquellos que refieren haber “comprado” ya sea el terreno o la construcción que había en el lote.

Algunos de los entrevistados han referido que en alguna oportunidad se presentaron personas interesadas en adquirir las propiedades